Hace más de un año, frente al reconocido ‘comedor de los abuelos’, en la carrera 22 con calle 29, un bote de aguas negras irrumpió en plena esquina generando molestias en usuarios de la vía, así como también, en quienes se benefician del servicio de alimentación para la tercera edad.
En febrero de este año, la empresa Hidrolara, responsable del buen funcionamiento de los sistemas de aguas blancas y negras en el estado, empezó las reparaciones competentes para dar como resultado el restablecimiento del servicio.
Desde ese tiempo hasta ahora, la carrera 22, desde la calle 27 hasta la 29 ha permanecido cerrada al paso de los vehículos, mientras los trabajos se llevan adelante. Esta acción, ha influenciado negativamente en la actividad económica que desarrollan todos los comercios de dicha zona.
Carlos Garnica, es dueño de un frigorífico que tiene menos de un año en la carrera 22 con calles 27 y 28; desde que abrió, dice que le ha costado mucho “hacer el punto” porque la calle permanece cerrada y la afluencia de personas es muy baja. “Claro que se resienten las ventas”, dijo, “al no haber afluencia de vehículos, hay menos actividad”, comentó Garnica.
De igual forma, Víctor Ferrer es el dueño de un restaurante que, al igual que Garnica, apenas tiene un año en la zona. “Cuando empecé a operar todo iba bien, pero desde hace 5 meses para acá hemos visto cómo el cierre de la vía ha influenciado en la venta y la afluencia de los clientes”, explicó.
Ambos propietarios de locales fueron enfáticos en señalar que una “mala planificación” afectó, en mayor grado, las ventas registradas desde que iniciaron las reparaciones por parte de la hidrológica del estado.
“Deberían pasar un cronograma, para uno saber lo que vamos a invertir en mercancía y estar acorde a los trabajos que se realicen”, dijo Garnica, explicando que la publicación de las actividades a realizar, pudiera condicionar su planificación en la compra de sus productos.
“Durante un tiempo trabajaron en la colocación de las tuberías de aguas negras, luego volvieron y rompieron nuevamente para la reparación de los acueductos. Eso demuestra que no hubo buena planificación y se prolongó el tiempo del trabajo”, explicó Ferrer, quien confesó que los trabajadores de la obra “ya son mis panas, están todos los días ahí y hasta les he brindado”.
Ferrer también indicó que se las ha debido ingeniar para que los clientes no se sintieran incómodos con los trabajos de reparaciones. “El taladro que abrió los huecos para la instalación de las tuberías hacía mucho ruido, y no descansaba en el almuerzo”, dijo.
Por tratarse de un restaurante, las horas de mayor actividad comercial son las del mediodía, por lo cual el propietario del establecimiento ofrecía comida a los obreros en sus horas de descanso para que no produjera el molesto ruido y no aturdir a sus clientes.
Inseguridad acecha
Como consecuencia de una calle permanentemente cerrada y la baja afluencia de los usuarios, “amigos de lo ajeno” han aparecido en el lugar para cometer actos punibles.
“En ocasiones, llamaba a la policía en horas de la tarde porque personas se instalaban en las adyacencias a consumir drogas y a cometer atracos”, explico Ferrer.
Por suerte para los afectados, las obras podrían finalizar esta misma semana, cuando las cuadrillas de bacheo instalen el asfalto encima de las refracciones que sustituyeron tuberías de aguas negras y acueductos.
Hidrolara culminará los trabajos
Pedro Sánchez, es ingeniero y gerente de Obras de Hidrolara. En sus manos se encuentran las reparaciones que se ejecutan en la carrera 22, desde la calle 27 hasta la 29, las cuales, iniciaron en el mes de febrero, con un presupuesto de un millón 700 mil bolívares y una sustitución de más de 300 metros en tuberías del sistema de aguas negras, y la misma longitud en la sustitución de los acueductos del mismo lugar.
“Cuando iniciamos la obra, lo hicimos con la intención de resolver el problema a la casa de alimentación de los abuelos, pero debimos sustituir las tuberías del sector para dar una mejor solución”, dijo Sánchez.
De igual forma, el encargado de la gerencia de obras de la hidrológica del estado aseguró que esta misma semana culminarán los trabajos con la instalación del asfalto que cubrirá las zonas reparadas, por lo cual el paso vehicular por esa vía quedará restituido después de 5 meses.
Fotos: Jairo Nieto