Un niño de 7 años, que había venido de Santa Cruz, pueblo cercano a Turén, estado Portuguesa, a pasar las vacaciones en casa de su tía en Pavia, murió arrollado, a las 4 y 20 de la tarde del sábado, cuando se disponía a cruzar la avenida que atraviesa Pavia, jurisdicción de la parroquia Aguedo Felipe Alvarado, municipio Iribarren.
El pequeño era hijo de Rudy Escobar y Yulimán Monje, había nacido el 17 de septiembre del 2004, y ya había pasado para el tercer grado de instrucción primaria.
Era un niño muy aplicado, obediente y voluntarioso, dijo el padre, quien estaba muy conmovido en las inmediaciones de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda a la espera de que le hicieran la autopsia al infortunado menor.
No he podido comprender cómo hay gente que maneja como alma que lleva el diablo, porque no piensan en el mal que le pueden hacer a una familia cuando acaban con la vida de un niño que está empezando a vivir y lleno de esperanzas.
Rudy Escobar apenas podía hilvanar las palabras porque el dolor le oprimía el pecho y a cada instante se llevaba la mano al corazón.
Recordó que cuando su hijo salió de vacaciones, pidió venir a visitar a su tía, Dominga Torres, quien vive en Pavia.
-Él salió con mi hijo, Herman, de 18 años, a comprar unos panes porque yo iba a preparar una comida.
Refiere que su hijo y el niño pasaron la calzada y se detuvieron justamente en la isla de la avenida principal de Pavia, aguardando que se desplazaran los vehículos y tener un claro para atravesar la otra calzada.
En eso venía un carro a tanta velocidad que el mismo viento producido por la velocidad, haló a mi sobrino y lo arrastró más de cincucnta metros.
Sin embargo, antes que detenerse y auxiliarlo, siguió su veloz carrera el conductor, no importándole que había arrollado a un niñito.
Ojalá Dios se conduela y las autoridades apresen a ese sujeto irresponsable y lo pongan preso, porque ha cometido un crimen, dijo Dominga Torres, muy acongojada, mientras lloraba.
