Amarillenta es la apariencia que muestra por estos días el mural Devoción a la Divina Pastora ubicado en la avenida Venezuela con calle 22, cuya autoría pertenece al artista plástico Armando Villalón.
La cortina de agua que cae por delante de la creación artística que muestra una imagen de la advocación de María como madre del Divino Pastor saliendo desde las brumas del Valle del Turbio, no logra esconder el color adquirido por la cerámica.
Poco más de dos años han pasado desde que la obra fue inaugurada y puesta a disposición del colectivo barquisimetano, pero parece que no ha tenido el debido mantenimiento por parte de la municipalidad.
Valga recordar que fue la Alcaldía de Iribarren la instancia de gobierno que financió la ejecución de este monumento diseñado por Armando Villalón pero llevada a gran escala por el experto en aerografía Chema González.
Desde hace algunos meses es posible observar que el color de fondo de la cerámica luce manchado posiblemente por los minerales contenidos en el agua combinados con el sol que permanentemente se posa sobre el mural.
Otros vestigios de deterioro se observan en la pared contigua a la obra, la cual evidencia signos de filtración de líquido.
El llamado de la ciudadanía es a Emica a inspeccionar de manera de recuperar el esplendor de los colores que caracterizaron desde su inauguración esta muestra de devoción mariana.
Foto: Ángel Zambrano