Este lunes culminó en el Teatro Juares, la decimonovena edición del Festival Internacional de la Oralidad con la presentación de todos los cuentacuentos invitados. A sala llena, los artistas se despidieron de la ciudad de los crepúsculos, destacando el cariño del público, organizadores y medios de comunicación. Como ocurre desde hace 19 años, Barquisimeto y otros municipios de la entidad larense, se colmaron del infinito poder de la palabra. Auditorios, salas de conciertos, instituciones educativas, plazas, recintos culturales y demás espacios públicos, se convirtieron, a lo largo de diez días, en testigos del compromiso adquirido por la Unión de Narradores Orales y Escénicos de Venezuela (Unoes), al superarse cada año y, de esta manera, sorprender al público con espectáculos de calidad, para toda la familia y sin costo alguno.
Con una apertura que se realizó el domingo 24 de junio en el auditorio Ambrosio Oropeza de la UCLA, el Festival Internacional de la Oralidad que en esta oportunidad rindió homenaje la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado en su 50 aniversario, al promotor cultural José Nené Giménez y a Julio César Fernández (+), reunió a reconocidos narradores orales de Venezuela, Colombia, España, Argentina, México y Cuba.
Deleitaron al público Patricia Casas de Colombia, Bienvenida Anaya de Colombia, Mauricio Lináres de Colombia, Harry Marín de Colombia, Virginia López de Cuba, Angélica Askar de México, Adriana Felicia de Argentina, Pablo Albo de España, Jorge Torres “El Diablo” de Colombia y Mariano Martínez de España. Ni hablar del talento local que, como de costumbre, se lució en las tablas. Protagonizaron esta fiesta de la palabra los creadores Fernando Contreras, director del Teatro César Rengifo; Atelana Teatro, César Muñoz, Nancy Machado, Romer Peña, Mau de Ceballos, Ray El Mago, Centro de Ballet y Coreografía La Bayadere, Flamencos Music and Dance Ensemble, The Zone Dance, Grupo Pregón UFT, Danalbert Morillo, Zulmy Morales, Bárbara Rodríguez, Jarana Teatro, Teatro Latente, Compañía de Ópera de Occidente, Flora Ovalles, Mesticanto Ensamble, Trascendencia Grupo Actoral, Danzas Sebucán, Danzas Alasid, Mary Tony Bustamante, Ensamble 7/4, Voces de Quiboy, Adonay García, Fundación Muñecos Danzantes de Lara y Visual Teatro Estudio.
Clausura
Las historias de amor caracterizaron la clausura del Festival Internacional de la Oralidad. Mientras Charles Chaplin corría de un lado a otro para fotografiarse con los asistentes, las butacas iban siendo ocupadas por el público que se dio cita bien temprano en el Teatro Juares. A un cuarto para las 8:00 de la noche, las luces atenuaron su brillo. Chicos de la Unoes y de Trascendencia Grupo Actoral, le dieron la bienvenida a los concurrentes con un acto que se llevó a cabo en una imaginaria parada de autobús, en la que una chica presumida deliraba y se ufanaba de todo a su alrededor. Con su particular sabor caribeño, la cubana Virginia López, ataviada de blanco y con abanico en mano, apareció en el escenario cantando y bailando para contar la historia de Juan y la diablita. Le sucedió el barquisimetano Romer Peña con una clásica historia de amor que se desarrolló en el bachillerato. Patricia Casas de Medellín, se encontró más tarde sobre las tablas para contar la historia de amor de Siguifredo. Cumplir lo que se promete fue la moraleja del relato. De Colombia también se presentó Harry Marín, médico aeronáutico, quien defiende la esencia de la narración oral, para contar la batalla que un guerrero libró por un amor imposible.
La actriz, titiritera y cuentacuentos Adriana Felicia de Argentina le incorporó ese color misterioso y sugerente al espectáculo con sus historias que evocaron el comienzo de los tiempos. El público sucumbió ante el talento de Mariano Martínez de España. Este maestro de la narración oral sacudió el recinto con sus geniales relatos, aderezados por ciertos detalles e incertidumbres que nos resultaron familiares. La crítica social la puntualizó Trascendencia Grupo Actoral. El staff de esta agrupación reflejó la frivolidad de la sociedad actual y la forma en que destruye el lenguaje. Los matices líricos estuvieron a cargo de Mauricio Linares de Colombia, quien nos introdujo en la soledad de Buenaventura de forma magistral. La voz mágica de Sampues, Bienvenida Anaya, le colocó el toque costumbrista al show con la historia de Joyoscuro, un pueblo que no olvidaba las desgracias de sus habitantes. Con cuentos urbanos y de tradición ancestral apareció el joven cuentacuentos Pablo Albo de España, quien relató la historia del toro que toreó al torero. No podía faltar El Diablo (Jorge Torres) con sus cuentos que describen la problemática social de Latinoamérica en cuanto a la inseguridad. “Desde muy lejos vinimos para traerles estas historias que cruzan caminos y cruzan vidas”, dijo El Diablo para cerrar el espectáculo.
Fotos: Emanuele Sorge