Cinco trabajadores petroleros fueron asesinados el miércoles en un ataque de guerrilleros izquierdistas en una zona selvática del sur de Colombia, un hecho que muestra la vulnerabilidad que aún enfrenta el sector pese una década de ofensiva militar contra los rebeldes.
La estatal petrolera Ecopetrol informó que el ataque se produjo en zona rural del municipio de Puerto Caicedo, en el departamento del Putumayo, fronterizo con Ecuador, y que las víctimas trabajaban para dos empresas contratistas.
El Ejército atribuyó el ataque a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo rebelde activo más antiguo del hemisferio que si bien ha sido debilitado por una ofensiva militar en la que han muerto importantes dirigentes y han desertado miles de combatientes, aún mantiene la capacidad de realizar ataques de gran impacto.
«Terroristas de la cuadrilla 32 de las FARC asesinaron a cinco empleados de dos firmas contratistas de Ecopetrol y dejaron heridos a tres más, al atacar de manera indiscriminada con armas de fuego a los trabajadores que se encontraban en el Pozo Sibundoy 1», dijo un comunicado del Ejército Nacional.
Al ataque en el departamento del Putumayo, se sumó uno en Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, en donde también rebeldes de las FARC volaron con explosivos el martes un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas.
Las FARC vienen intensificando los ataques contra la infraestructura petrolera en un esfuerzo por mostrar poder e intentar frenar las labores de exploración y producción de empresas multinacionales, según fuentes de seguridad.
De acuerdo a fuentes de la industria petrolera, los más de 40 ataques contra la infraestructura de transporte de crudo en lo que va del 2012, han impedido que Colombia alcance su meta de producir un millón de barriles por día.
Foto: AP