El preolímpico de natación de Estados Unidos llegó a su final con Michael Phelps como el gran triunfador en cuatro pruebas individuales y la veterana Dana Torres como la imagen de la decepción al no conseguir el pase para lo que hubiesen sido su sextos Juegos Olímpicos de Verano.
Como se esperaba Phelps fue la atracción durante todo el preolímpico y en la jornada final al conocerse que después de haber logrado de nuevo la clasificación para disputar ocho pruebas -cinco individuales y tres de relevos- en Londres 2012, y tener la posibilidad de repetir los ocho oros de Pekín 2008, informó que no correrá en los 200 metros libres.
Phelps, de 27 años, reconoció a través de su entrenador del equipo nacional de Estados Unidos, Gregg Troy, que un programa de ocho pruebas era muy exigente y si no se hacía con garantías tampoco se debía arriesgar.
«Es muy exigente lo que se le pide a Michael (Phelps)», comentó Troy en rueda de prensa. «Realmente es muy exigente y debemos reconocer que también es un poco más veterano, algo que establece que su recuperación ya no es tan rápida y por lo tanto con menos posibilidades de competir al mismo nivel».
Además la decisión de no intentar revalidar las ocho medallas de oro que consiguió en Pekín 2008 le permitirá a Phelps tener menos presión y seguimiento mediático durante todos los Juegos Olímpicos de Verano.
Junto a Phelps otros 150 nadadores y nadadoras clasificaron para Londres 2012 después de competir durante ocho jornadas que se disputaron en se disputaron en la piscina de las instalaciones CenturyLink Center, de Omaha (Nebraska).
Pero entre ellos no pudo estar Torres, de 45 años, la nadadora de origen hispano que buscaba hacer historia si hubiera podido ganar la prueba de los 50 metros femeninos o quedar segunda.
Torres no pudo conseguir ninguna de las dos posiciones y quedó fuera del equipo de Estados Unidos que viajará a Londres para tratar de mantener la hegemonía dentro de la natación olímpica.