“Nos estamos muriendo por enfermedad o de hambre esperando nos paguen nuestras prestaciones sociales y el alcalde lo único que hace es engañarnos”.
De esa forma se expresó uno de los obreros despedidos de la Alcaldía de Andrés Eloy Blanco, hace más de cuatro años, durante una supuesta reorganización administrativa.
Un grupo mantiene tomadas todas las instalaciones municipales de Sanare, es decir, alcaldía, concejo municipal y la llamada Empresa Pública Comunal Socialista o de Obras Públicas.
Debido a esta acción no se está recolectando la basura ni se distribuye agua por cisternas.
Manuel Escalona, del sindicato que agrupa a los obreros, dijo que a pesar de carecer de esos servicios las comunidades están entendiendo que se trata de una lucha justa y se han solidarizado con ellos.
Explicó que en febrero pasado el alcalde Rafael Orozco, con un oficial de la Guardia Nacional comotestigo, firmó un acta mediante la cual se comprometía a pagarles en un mes, pero ahora ni siquiera les da la cara.
Recordó que fueron 159 padres y madres de familias los despedidos. Del grupo apenas jubilaron diez y a otros 18 les pagaron sus prestaciones sociales “chucutas”.
Benjamín García, uno de los afectados, tenía 18 años de servicio, “y me botaron así no más, sin explicación y ni me han pagado”, expresó.
Arturo Morán tenía 16 años en la alcaldía, “y ahora lo que nos tienen es una mamadera de gallo pero no nos pagan”.
Casildo Marín trabajó 19 años y también lo despidieron.
“Tuve que operarme por mi cuenta, pidiendo prestado porque me cansé de esperar que la alcaldía me pagara lo que me corresponde”, afirmó.
Leida Meléndez llevaba 17 años y ahora no tiene ingresos para mantener a su familia, sobre todo a su anciana progenitora.
“El alcalde ahora nos tiene miedo y no nos da la cara, como si nosotros comiéramos gente; lo único que hacemos es reclamar lo nuestro”, dijo preocupada.
En el grupo había otros obreros enfermos exigiendo les resuelvan su situación para que no pasen a engrosar la lista de los compañeros que han muerto por no disponer de recursos para médicos y medicinas.
En la entrada a la alcaldía permanecen las 24 horas de cada día, turnándose para no decaer en la lucha que considertan justa.
Además de hombres y mujeres también estaban este lunes algunos niños, descansando sobre las colchonetas colocadas en la entrada a la sede municipal.
Nosotros hemos ido a todas partes, al Consejo Legislativo, a la Asamblea Nacional, a la Vicepresidencia de la República… pero nadie resuelve; afortunadamente las comunidades se han solidarizado con el grupo, a pesar de que el alcalde y algunos de sus seguidores han tratado de ponerlos en nuestra contra”, dijo Escalona.
Afirmó que no están dispuestos a descansar hasta lograr sus objetivos como es el pago de las prestaciones a los trabajadores despedidos.
No creen en el argumento del alcalde, quien afirma que desde el Gobierno central no le aprueban los recursos para esos pagos. Se preguntan: si no tenía dinero para pagar nuestras prestraciones, ¿por qué despidió a todos estos padres y madres de familia y los dejó en la calle?
Fotos: Simón Alberto Orellana