5 de Julio

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REFLEXION
Cuando se consideran los hechos históricos como el que se celebra ahorita el 5 de Julio. Para sacar de ellos una enseñanza, ponderar una conducta o establecer principios de comportamiento, nunca se duda de la veracidad de los mismos. Y se toman en cuenta, para exaltar el carácter o ilustrar la rectitud y valentía de un hombre o de un pueblo. Los ávidos lectores o simples usuarios, nunca osarían dudar de  la veracidad de  estos. Y hay, quienes, hasta deifican a los próceres que  encabezan dichos acontecimientos.
Esto sucede muy a pesar de la diversidad de puntos de vistas, en el cual caen  a menudo  los analistas históricos, que abundan en cualquier país del mundo democrático. En el cual tienen todo el derecho de dar sus opiniones. Generalmente, el fiel lector obvia el análisis que no quiere oír. Aparta la opinión que no cuadra con sus convicciones o las descalifica basándose en estudios personales que ha realizado. Y eso también es legítimo. O simplemente, le asigna una postura política e ideológica al planteamiento y lo desecha. Con ello, sigue firme y convencido en su creencia.
Por ejemplo. Hay quienes sostienen, que la “Madre Patria”, le hizo un favor al Nuevo Mundo al descubrirlo. Y exaltan este hecho, como un avance cultural de estos pueblos ignorantes.  Pero hay quien expone, que lo sucedido fue una Penetración Cultural, donde el invasor español explotó los territorios indígenas, despojándolos de sus riquezas naturales. Matando y esclavizando a nuestros aborígenes.
Para unos,  la Gesta de Independencia fue una verdadera revolución libertaria, que libró a la patria del yugo imperial. Para otros, fue la oportunidad de los ricos, los Blancos Criollos, ponerle la mano a la riqueza nacional, al comercio  y  la explotación del pueblo, para su propio beneficio.
Unos consideran, que José Antonio Páez fue un verdadero  héroe, que luchó a brazo partido por la libertad de su país. Que gobernó la patria para engrandecerla y librarla de la opresión extranjera. Otros sostienen, que fue un traidor a los ideales del Libertador Simón Bolívar. Por cuanto simplemente fue un servidor de los intereses de las clases económicamente dominante para la época.
Y así, pudiéramos mencionar muchos acontecimientos históricos, los cuales llevan el sello personal de la tendencia ideológica o política de quien la hace. Sin embargo, se colocan de manera firme, al lado de la posición en la cual creen y la defienden con todo lo que tienen en su intelecto. En función a ese conocimiento, edifican sus vidas y así lo enseñan  a quienes pueden. En ningún momento dudan de la veracidad de los mismos.
Lo que no entiendo, es cómo los eventos y acontecimientos históricos que relata la Biblia. Los cuales son hechos fácilmente comprobables, aún cuando creemos en ellos por fe, no los tienen en consideración, a pesar de decirse cristianos muchos de ellos. La razón, en mi opinión, es haber crecido bajo la influencia de una avalancha intelectual de filosofías y concepciones mentales. De posiciones pragmáticas, que coparon y copan la posibilidad de racionalizar los acontecimientos bíblicos. Pero muchos ya lo hemos hecho y es una experiencia maravillosa. Pierden una verdad ejemplarizante, genuina y concreta que no tiene paralelo. Dejan escapar una verdadera Esperanza, en un mundo sin ella.
Para quienes prefieren la historia. Flavio Josefo fue el historiador Judío que existió  en los tiempos de Jesús. Escribió la historia del pueblo judío desde sus orígenes hasta su tiempo. En febrero de 1972, un periódico de Jerusalén publicó la noticia de que los profesores de la Universidad Hebrea S. Pines y D. Flusser habían encontrado un manuscrito árabe del siglo X que contenía una versión del texto de Flavio Josefo. La traducción al castellano de este texto fue publicada por el periódico español “La Vanguardia”. Dice: “Por aquel entonces hubo un hombre sabio que era llamado Jesús. Y su conducta era buena y se sabía que era virtuoso. Y mucha gente de los judíos y las otras nacionalidades se convirtieron en discípulos suyos. Pilato lo condenó a ser crucificado y muerto. Y aquellos que habían llegado a ser sus discípulos no abandonaron esta condición. Ellos informaron que él se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo, así que tal vez era el mesías sobre el cual los profetas han predicho maravillas“. ¿Qué les parece?
Aunque sabemos, que quien no quiere creer no cree. Y cualquier razón dará para ello, hacemos el intento. Tal vez el Espíritu Santo lo tome y le ayude. !Hasta el martes, Dios mediante! Próximo  título: “Día del periodista”. “Acepte usted todo lo que pueda entender de La Santa Biblia  por medio de su razón y después tome el resto por fe. Haciendo esto será mejor hombre mientras viva.” Abraham Lincoln.
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