Caracas, junio.- Un pequeño Teatro de Broadway se instaló en la Terraza del CCCT de Caracas para convertirse en el escenario del espectáculo Metamorfosis World Tour, de Ricardo Arjona, quien se presentó por primera vez en la capital el pasado viernes, con dos funciones más el fin de semana, todas agotadas. El hecho es sorprendente porque convierte al show del guatemalteco en el más rentable del año.
El recinto estaba repleto, pocas veces se había visto tan lleno como esa noche. Damas de todas las edades saturaban el recinto, quienes demostraron su amor por el cantante portando franelas, carteles y globos.
A las 9:10 p.m. sonaron los primeros acordes y se desprendió la tela blanca que escondía el escenario.
Los gritos se adueñaron del momento, la euforia se desató y la adrenalina no descansó hasta el final de la velada.
Una imponente escenografía de dos pisos, con dos escaleras a los lados, que mostraba una casa, recibió a los músicos.
Escenario giratorio
Tres grandes pantallas acompañaban la tarima. El saxofonista entró para jugar con una de ellas, la del fondo, que en este momento se convertiría en un gran televisor y cada vez que lo cambiaba hacía sonar su instrumento.
Se vio al Chavo del 8, bellas mujeres y hasta un noticiero. Pero una sensual chica tomó el control remoto y colocó una imagen tan esperada como definiiva: la de Ricardo Arjona.
La terraza tembló, el público enloqueció y llamaba al artista. Ella miró al músico y con la cabeza asentaba que había que complacerlos, y así fue.
En segundos se abrió la biblioteca -como un pasadizo secreto- y apareció el cantautor de 48 años para enajenar a sus fanáticas.
Comenzó su repertorio con el tema Lo que está bien, está mal, que cantó desde el segundo piso. Para la próxima canción, tomó su guitarra y se escuchó Animal nocturno; siguió Hay amores, Sin ti sin mí y Desnuda.
“Caracas. Buenas noches. ¿Hace cuántos años no venía? Cuatro o tres ¿De quién fue la culpa, ustedes o yo?… Esto es un momento maravilloso… el de venir cada cierto tiempo y tener esa posibilidad de vernos y comerme unas arepas. Estoy contento ¿Ya están listos para empezar? Bueno, van a salir tarde, pero habrá menos cola”, dijo entre risas.
Mientras hablaba, la escenografía cambió y se convirtió en un teatro, con sus cortinas, y en segundos cantó Acompáñame a estar solo.
Antes de interpretar El Amor comentó: “Todos los días miles de personas buscan conectarse con la gente para encontrar el amor de su vida. A veces, cuando creen encontrarlo, se desesperan y lo abruman. Y es que primero deben quererse a sí mismos para poder alcanzar a la otra persona”.
Luego movió un “organillo” al centro de la tarima. “Me dijeron que no conocen esto en Venezuela, pero me lo quise traer para mostrárselos y hacerle un homenaje a una mujer mayor. Una historia que nació en un parque”. Y escuchó Mi novia.
Desapareció el teatro y la tarima se transformó en un bar, donde el artista tomó una silla y la volteó para cantar Taxi. En la gran pantalla transitaba el carro.
Una de las coristas tocaba el violín y los instrumentos de cuerda se adueñaron del tema.
Luego hizo un repaso por viejos temas y el público se convirtió en una sola voz: Dime que no, Cuando, A ti y Cómo duele.
“Si se me olvida alguna letra, la culpa es de todos estos escotes que están en las primeras cinco filas. Yo trato de mirar al horizonte, pero no es fácil… pero ahí vamos”, dijo riendo.
Arjona se dio un tiempo para leer las pancartas que le habían escrito sus fanáticas. La gran pantalla las enfocaba. Él estaba buscando la protagonista de su próxima canción, por lo que preguntaba a las jovencitas qué edad tenían. Luego mandó a subir a una mujer más madura para cantarle el tema Señora de las cuatro décadas, en el cual también tomó un celular.
La escenografía volvió a girar. La expectación era indescriptible. Surgió un hermoso circo con luces de colores que colgaban de sus puntas.
Sentado, preguntó: “¿si están bien, para qué se casan..? Acepten a su pareja tal como es. Si no, agarren su maleta y márchense”. Luego se escuchó Reconciliación y Sin daños a terceros.
La estructura volvió a dar vuelta, pero esta vez se detuvo en la mitad y en la otra esquina apareció la joven cantante Gaby Moreno, quien iluminó el escenario con su melodiosa voz para interpretar a dúo el tema Fuiste tú.
Seguidamente, se escuchó Te Conozco, Te quiero y Si el norte fuera el sur.
Fue un concierto impresionante que dejó atónitos a todos, con una producción y sonido impecables. En la gran pantalla apareció la bandera de Venezuela en diferentes formas, lo que erizó la piel de los asistentes, al despertar el amor a la Patria. Antes de retirarse, interpretó El problema.
Se fue y regresó con un gorro. La escenografía también había cambiado y cantó Minutos. “Caracas, muchas gracias. ¡Se les quiere!”.
Nuevamente desapareció. Volvió con una franela blanca para cerrar este espectáculo sin precedentes en el país con el éxito Mujeres.
El reloj marcaba las 11:23 p.m.
El público sin palabras comentaba que había sido un show “sin desperdicio”, un musical en el cual cada canción tenía las letras perfectas para la historia.
El artista se presentará el 7 de julio en el Complejo Ferial Bicentenario de Barquisimeto.
Fotos: Agencias
