Investigadores de la Universiteit Maastricht, en Holanda, han dado conocer un nuevo sistema que, conectado a la mente, traduce los pensamientos en palabras mecanografiadas en el procesador de textos de una computadora.
Se concreta así el sueño de tantos, que ven perfeccionada una invención que, hasta ahora, tenía en el software de dictado una de mejores pero poco fiables herramientas. Con el desarrollo de los investigadores Bettina Sorger, Joel Reithler, Brigitte Dahmen y Rainer Goebel, sin embargo, no se necesita mover ni un solo músculo para que la interfaz escriba lo que estamos pensando.
En términos generales esta funciona a partir del flujo sanguíneo que ocurre en nuestro cerebro siempre que pensamos en una letra del alfabeto en particular. Este proceso, que se conoce como respuesta hemodinámica, se interpreta por un programa que traduce cada una de las palabras que la persona tiene en mente.
Hasta ahora el sistema se ha probado exitosamente en pacientes con problemas motores severos, parálisis que les impiden comunicarse fluidamente, pero es probable que su uso se extienda a prácticas mucho más amplias.
Y si bien, por el momento, la transcripción no es tan rápida como se quisiera, sin duda esta tecnología representa un avance más que notable en cuanto a una posible conexión entre mente y sistemas computacionales.