“Hidrolara no manda a reparar el bote de aguas negras. Soportamos fetidez desde que empieza el día hasta que termina. La contaminación se instaló en la comunidad y afecta a las familias de la avenida principal, en la calle que comunica con el sector Cerritos Blancos”.
Así lo informó Irma Márquez, vecina de El Caribe, a propósito de las cloacas colapsadas en este sector del oeste de Barquisimeto, colindante con la avenida Florencio Jiménez. Para colmo, en la zona donde están desbordadas las aguas negras, hay numerosos huecos y el líquido putrefacto termina estancado en el lugar.
Olores desagradables y el temor de que aparezcan enfermedades a causa de la insalubridad, acompañan a los habitantes de la humilde barriada en la que anhelan la pronta atención de la hidrológica, de lo contrario, nada mejorará.
Con respecto a los daños que presenta el pavimento, resulta casi imposible avanzar por las calles de El Caribe, sin caer en los huecos. El tren delantero y otras partes de los vehículos, resultan afectados con el paso constante sobre los cráteres.
Al parecer, los consejos comunales de la zona, han tratado de dar con la ayuda de las autoridades sólo que no atienden la solicitud vecinal.
Sin duda, hace falta el plan Asfalto Parejo que impulsa la Alcaldía de Iribarren o difícilmente el vecindario podrá contar con una mejor apariencia.
Asimismo, los residentes exhortan a la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (AMTT) para que lleven a cabo las señalizaciones en la vía a fin de orientar a los conductores de las unidades del transporte público y a los usuarios. Un verdadero caos, se vive en las horas “pico” ante el descontrol del tránsito automotor.
Por último, haría falta revisar el cobro de las tarifas del transporte público. El costo de pasaje para La Paz, El Caribe, El Coriano, Rafael Linárez, entre otros sectores de esa zona, superan los siete bolívares si han pasado las 6.30 de la tarde, en el caso de los “rapiditos”.
De hecho, hay usuarios que señalan montos superiores, desestabilizando los ingresos económicos de las familias.
Fotos: Ángel Zambrano