El destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, afirmó que su «gran equivocación fue confiar en los políticos tradicionales» y señaló que lo sacaron del Gobierno por negarse a repartir puestos entre las distintas formaciones, en una entrevista publicada hoy por el diario argentino Clarín.
«¿Qué quieren los partidos políticos? Quieren puestos y yo les decía «no», el Estado no es una torta que se reparte», explicó Lugo, una semana después del juicio político que derivó en su destitución.
El expresidente subrayó que la política tradicional en Paraguay es clientelar y su Gobierno «quiso romper ese orden y hacer políticas sociales, lo que molestó».
Sin embargo, admitió que políticas como la recuperación de tierras otorgadas durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) a militares y terratenientes, no salieron adelante y atribuyó la situación a la obstrucción de la Justicia, que tiene centenares de demandas «varadas, cajoneadas en oficinas», denunció Lugo.
El exobispo negó que el aluvión de demandas por paternidad afectara su imagen como presidente de Paraguay y aclaró que aún está estudiando la posibilidad de presentarse como senador en las próximas elecciones, previstas para abril de 2013.
Por su parte, el exjuez español Baltasar Garzón calificó de «esperpento» el juicio político que forzó la destitución de Lugo la semana pasada y advirtió que lo ocurrido «cuestiona la solidez democrática de la región».
En una entrevista con el rotativo Página/12, Garzón denunció la actuación del Parlamento paraguayo: «El hecho de que un mecanismo esté previsto en la Constitución no quiere decir que su uso sea adecuado o jurídicamente correcto o incluso que no pueda llegar a ser un fraude».
El exmagistrado, que acaba de ser nombrado asesor de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Argentina, agregó que «si ha sido un fraude también se debería responder políticamente y judicialmente por parte de quienes se han aprovechado de ese mecanismo para acabar con el mandato de alguien que legítimamente lo estaba desempeñando por elección popular».
La destitución de Lugo, sustituido por quien fuera su vicepresidente, Federico Franco, ha derivado en la suspensión de Paraguay del Mercosur y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) hasta la celebración de nuevas elecciones.