España intentará convertirse mañana en la primera selección en encadenar dos Eurocopas y un Mundial consecutivos enfrentándose en una vibrante final a una Italia renacida.
Kiev será el escenario de la final de la Eurocopa 2012 que llega con acento mediterráneo. Se miden dos países con problemas económicos, pero orgullosos de su fútbol. Por unas horas, los hinchas de los dos países sólo pensarán en el fútbol.
España no ha jugado tan bien como en otras ocasiones
La clasificación de España para la final no sorprendió, dado su carácter competitivo y sus éxitos en los últimos años, pero menos esperado fue el pase de Italia. El desarrollo del torneo modificó hipótesis prematuras.
“Italia ha ido de menos a más, aunque ya empezó muy bien, y se ha merecido estar en la final”, afirmó hoy el seleccionador español Vicente del Bosque.
España no exhibió el juego de anteriores citas, pero su solidez se mantuvo apelando esta vez a cuestiones más prosaicas que líricas.
Ya fuera por deseo propio o por exigencias del rival, durante Polonia/Ucrania 2012 España no utilizó la posesión de balón para asfixiar a sus enemigos en ataque, sino que la usó en legítima defensa. Su juego careció de inspiración ofensiva, pero sólo recibió un gol en cinco partidos.
Italia ha ido de menos a más
Por su parte, Italia voló más alto de lo que muchos pensaban, aunque sólo necesitó un partido para avisar de sus intenciones. Fue en el duelo inaugural del torneo y empató 1-1 precisamente ante España.
Nadie sabe qué efecto puede tener el hecho de que ambos equipos se midan por segunda ocasión en el torneo. Es tiempo para las estrategias, ver si se afianzan conceptos colectivos o se intenta sorprender al rival con una decisión inesperada.
España jugó aquel primer encuentro de inicio sin “9″, aunque en el tramo final entró Fernando Torres, coincidiendo con los mejores minutos de la selección, aunque es cierto que en el final del partido Italia había bajado su respuesta física.
Por su parte, Cesare Prandelli propuso para Italia una estrategia llena de personalidad, sin renunciar en ningún momento al manejo del balón, algo que sin duda sorprendió a España.
Si en España todavía se alberga la duda de ver si Del Bosque juega con delantero o sin él, mayores certezas se tienen con Italia. Y más después de ver el gran partido de Mario Balotelli en la semifinal ante Alemania, con dos goles que valieron una final.
Una constelación de estrellas
El encuentro reunirá un buen número de estrellas. Si España tiene a Iker Casillas, Italia opone a Gianluigi Buffon; si España disfruta de Sergio Ramos, Italia se fía de Giorgio Chiellini; si España aplaude a Andrés Iniesta, Italia hace lo propio con Antonio Cassano; y si Xavi Hernández guía a España, Andrea Pirlo es brújula en Italia.
Cabe esperar mucho de la final, y más si Italia mantiene la osadía de todo el torneo y va por el partido, como ya hizo en su debut. Entonces, España también ofreció minutos excelentes. Luego, con rivales más cerrados, tuvo muchas más dificultades para dar ese espectáculo que no faltó en las anteriores citas.
“Espero la España de siempre, con coraje, que sabe tocar la pelota, pero también defender, que se cierra bien, recibe muy pocos goles. Aunque juega sin punta ataca con profundidad. Sus atacantes buscan la profundidad a la espalda de los defensores, es un fútbol moderno. Tendremos que saber leer las situaciones”, destacó hoy Prandelli.
Así pues, una de las citas deportivas del año se prepara para abrir el telón. Serán 90 minutos -o 30 más si hay prórroga- para decidir si España amplía su peso en la historia del fútbol mundial o si, por el contrario, Italia regresa a la cima tras haber ganado el Mundial 2006 y suma su segunda Eurocopa.
Tras aquel Mundial Italia inició un descenso a los infiernos, un rumbo que Prandelli y sus jugadores se encargaron de modificar.
Ahora le llega una España que, como dijo su central Sergio Ramos, “ya ha hecho historia”. Pero España quiere ir más allá, quiere pisar un suelo que nadie ha tocado: ser poseedor de una Triple Corona en cuatro años.
