Por primera vez el cine venezolano mostrará los secretos que encierran los wayúu ubicados en la subregión Guajira (frontera con Colombia), dentro del filme Wayúu: La Niña de Maracaibo, de Miguel Curiel, que se estrena hoy en Maracaibo, el 3 de julio en Caracas, y llegará a Barquisimeto dos días después.
Desde Maracaibo, el director – quien está pidiendo la visa maracucha, porque adora la ciudad – habló por teléfono con EL IMPULSO y contó que la película se filmó en tres meses durante el 2009, entre La Guajira y Maracaibo, y para terminarla se tardaron dos años y medio.
“La película se resume en una frase: De que vuelan vuelan, porque ellos creen en las almas, viven dos veces y la muerte se hace en dos partes, te mueres una vez y luego una segunda. Los Wayúu es un privilegio de cultura ancestral, que no se guían de la occidental, sino de la de ellos, es muy fuerte, pero sabia”, dijo Curiel.
El cineasta confesó que la idea del guión nació hace muchos años, cuando estudiaba sociología y estaba muy cerca de la antropología, pero él sabía que eso no era la suyo, sino el cine. Comenzó a escribir la historia y la guardó. Luego de un tiempo, cuando se sintió más preparado para llevarla a la gran pantalla, no lo pensó y la desempolvó de inmediato.
Protagonista
Desde un principio siempre pensó en el actor Daniel Alvarado para interpretar al “Rey de los Guajiros”, no podía ser otro, sino él. “ Daniel interpreta al personaje más respetado, el que pretende abrirse un nuevo mundo al casarse con una maracucha burguesa, ese es el principio que estalla esta historia”.
Curiel manifestó que lo que desea mostrar con este trabajo, es que esa cultura es tan válida como cualquier otra. “Tienen fuerza, claridad, y en muchos casos es más clara que la nuestra. No lo quise contar como un documental, sino que preferí hacerla con la ficción, porque sería otra cosa, te permite sentir más la cultura guajira, no contarla”.
También se pudo conversar con el actor Daniel Alvarado, quien con regocijo expresó que está muy contento de haber formado parte de este proyecto cinematográfico tan especial: “La experiencia fue extraordinaria, porque uno no está acostumbrado a ver en un mismo sitio esa dualidad, esa injusticia y esa belleza, y eso me impresionó mucho”.
Agregó que fue una vivencia que le enseñó muchas cosas sobre esta cultura milenaria. “Una experiencia inolvidable, pero muy dura; impregnada de cosas interesantes y extremadamente particulares, como es el trato de la vida y la muerte, donde ellos tienen tres entierros”, acotó el actor.
Alvarado comparte la historia con Karina Velásquez y Azier Hernández, quienes protagonizan un pueblo matriarcal olvidado y excluido que sigue luchando por mantener a flote sus creencias, su magia, formas de vida y su lengua.
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