El papa Benedicto XVI tomó la frase de San Pablo: ”Por la Esperanza fuimos salvados”. Y el hombre ha sustituido “la Fe en Cristo”, por “la Fe en el Progreso”, representado éste en la Historia por la Revolución Francesa y por el Socialismo del teórico Comunista Karl Marx, quien se olvidó del hombre y su libertad.
El Papa no ve al marxismo como una amenaza presente sino como la expresión de un riesgo permanente, y nos invita a pensar en un mundo sin Dios, en que todo es permitido, y donde según Marx la dictadura del Proletariado es una etapa necesaria hacia el Comunismo futuro, que lo que ha dejado y todavía deja tras de si es “una destrucción desoladora”, olvidando Marx que el hombre permanece siempre hombre, y la libertad permanece siempre libertad.
El Papa dice “que si el progreso técnico no corresponde a un progreso cristiano en la formación ética y moral en su crecimiento interior, entonces no es un progreso, sino una amenaza para el hombre y para el mundo”. El Filósofo alemán Immanuel Kant, dijo: «No hay duda que un reino de Dios -realizado sin Dios- es un reino solamente del hombre y termina inevitablemente en un fin perverso de todas las cosas. La Fe en ese Dios, dice el Papa, es también una garantía de los Derechos esenciales del hombre. El Cristianismo al final es un. Humanismo.”