Por segundo día consecutivo, los transportistas de la Ruta 18, con servicio hacia el norte de la ciudad, cerraron la intercomunal Barquisimeto-Duaca, a la altura de la escuela de Policía, desde las 5.00 de la mañana. Este martes, el caos volvió a hacerse presente entre los habitantes de las parroquias El Cují y Tamaca.
Con las unidades, atravesadas en ambos sentidos de circulación, impidieron que las personas llegaran a tiempo a sus lugares de trabajos u otros destinos. La indignación se apoderó de los ciudadanos que viven de este lado de la ciudad.
Por una parte, los manifestantes lamentaban la muerte violenta de un compañero, asesinado el sábado 23, cuando ejercía su oficio y, por otro lado, los habitantes que resultaron afectados con la protesta, se quejaban de los retrasos en la agenda del día.
Sin olvidar, que hace dos noches, cuando inició la protesta de los profesionales del volante, numerosas personas llegaron hasta sus hogares, después de haber caminado seis kilómetros y medio, desde el sector Pate e’ Palo hasta la academia del Cuerpo de Policía, donde esperaban los mototaxistas para hacer la ruta de las busetas en paro.
Van 142 reuniones
Giovanny Peroza, secretario general del Sindicato Automotor del estado Lara, declaró que si bien es el primer taxista asesinado en la zona norte, en lo que va del año 2012, es lamentable que no sea respetado el derecho a la vida. Informó que a causa de la delincuencia, varias protestas han organizado en diferentes puntos de la localidad, en exigencia de operativos de seguridad efectivos. Sin embargo y, pese a las 142 reuniones sostenidas con las autoridades en esta materia, no se observan buenos resultados.
«Nuestro oficio está amenazado. Es necesario que las medidas de seguridad, en realidad aseguren el bienestar para los ciudadanos. Nos entristece la muerte de este compañero y además los ataques que diariamente comete el hampa en contra de los transportistas», sostuvo el dirigente sindical.
Entre ocho y diez unidades, son robadas a diario en Barquisimeto, de acuerdo a las estadísticas del Sindicato Automotor. Los «rapiditos» o carros de cinco puestos son los más buscados por los antisociales. La mayoría de veces, deben pagar «rescate» para lograr recuperar el vehículo que representa el único ingreso económico en la familia.
Trabajos de inteligencia
Por su parte, el subdirector de la Policía de Lara, Luis Rodríguez, informó acerca las medidas de inteligencia que pondrán en práctica a objeto de dar respuestas a las solicitudes hechas por los transportistas en la zona norte. Patrullajes, un punto de control en la comunidad Las Sábilas, donde ocurrió el asesinato del taxista, entre otras estrategias, se aplicarán.
El representante policial, explicó además acerca de la intención que tienen en establecer reuniones con los transportistas para así conocer cuáles son las dificultades que se presentan en sus rutas y, del mismo modo, pensar en las posibles soluciones. Reuniones, cada 15 días o un mes, es la propuesta que tienen.
Mientras tanto, los hombres dedicados a la movilización de pasajeros, no tienen plena confianza en los operativos que promete la Policía hasta tanto no observen los funcionarios desplegados a lo largo y ancho de las parroquias.
Un caos de principio a fin
En la intercomunal Barquisime-to-Duaca, se han vuelto costumbre las protestas, sólo que a los habitantes de las parroquias El Cují y Tamaca, así como del municipio Crespo, en nada les favorece los cierres de la vía. Caminan largos tramos, para llegar hasta la parada de autobuses más cercana.
Ahora, con el uso de los mototaxistas, es posible trasladarse mucho más rápido del sitio de la manifestación, hasta los sitios de trabajo o estudios, sin embargo, el costo del servicio alcanza incluso los 100 bolívares, resultando un completo «abuso» para los usuarios.
Asimismo, los ciudadanos exponen que las autoridades a pesar de conocer las noche del lunes, que los transportistas cerrarían la vía ayer en la mañana, no se adelantaron a la acción de calle con el propósito de evitar el caos. Entre dos y tres horas, les tomó a las personas caminar desde la escuela de Policía hasta el sector de Pate e’ Palo.
Otros en cambio, desistieron de la idea de encaminarse hasta sus compromisos laborales o de estudios, pero temiendo a las posibles sanciones de sus superiores. Personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, niños, fueron los más perjudicados con la manifestación del sector transporte.
Por desdicha, no hubo unidades de uso oficial que sirvieran a los usuarios que caminaron cerca de siete kilómetros.
Fotos: Jairo Nieto
