Con sólo escuchar su voz el llanto se hizo presente en la carpa de Convenciones del Hotel Eurobuilding de Caracas, donde por primera vez se presentó el bachatero Prince Royce, quien llegó acompañado de una banda conformada por 10 personas, con quienes enloqueció a sus fanáticas.
El concierto fue una locura, hora y media fue suficiente para que su público – principalmente femenino que iba desde los cinco años de edad – perdieran la cordura, y gritaran a todo pulmón sus canciones.
Royce, sonriente y feliz, conversó siempre con ellas; se mostró amable, cariñoso, todo un caballero que regaló besos, lanzó rosas y hasta un tweet le escribió a una de sus seguidoras, quien le reclamó que nunca le contestaba, a lo que pidió su celular de inmediato para solventar el asunto.
Y si en la rueda de prensa sorprendió con su seguridad, sencillez y perspicacia; en el concierto asombró por la energía, entusiasmo y simpatía. Todos cayeron rendidos a sus pies con su música. Bailó, se sentó y hasta corrió para liberar su adrenalina.
Excelente show
«Venezuela, Venezuela», vociferaba con satisfacción. Comenzó el repertorio con el tema Ven conmigo, y siguió la versión del clásico Stand by me. «¿A quién le gusta la bachata?», fue la primera pregunta que hizo, y un sí rotundo se escuchó en el recinto.
Entre el público estaba el jugador de la selección Vinotinto, el centrocampista Juan Fernando Arango Sáenz, quien escuchó los temas: Su hombre soy yo, El amor que perdimos, Tu me vas y Mi última carta.
En la canción Tú y Yo subió a una fans al escenario para cantarle la primera estrofa; mientras la joven – emocionada – lo que quería era una foto con su ídolo de la bachata, quien le regaló un abrazo y un beso.
Se escuchó Corazón sin cara, Addicted y para el tema Incondicional, que interpretó junto a los mariachis, subió a otra joven a la tarima, quien nerviosa no sabía si cantar, llorar o abrazar al cantante. Royce se le arrodilló para interpretar la letra que forma parte de su último CD Phase II.
La euforia estaba al máximo, y acercándose al final del show, cantó Rechazame, Las cosas pequeñas y el Verdadero amor perdona, donde comentó que si amaban de verdad tenían que perdonar, aunque las venezolanas prefirieron decir que «no». Cerró con el tema Funky Corazón.
Antes de despedirse se lanzó al público, casi no sale vivo de su hazaña, y hasta un beso le plantaron en la boca en su aparatoso recorrido. Se quitó su corbata y la lanzó a las primeras filas, la agarraron varias jovencitas que se pelearon a muerte por el pedazo de tela, nadie la soltaba y tuvieron que picarla en trozos para que todas se llevaran una parte.
El joven regresará para el Miss Venezuela el 30 de agosto, y están por confirmar algunos concierto para el mes de noviembre en Valencia, Barquisimeto y Maracaibo.