Aunque Alejandro Sanz trata de no mezclar su vida personal con su carrera artística, el cantautor español reconoce que la felicidad por su reciente matrimonio con Raquel Perera y el nacimiento de su hijo Dylan inevitablemente se refleja en sus canciones.
»La verdad es que en mi vida ahora mismo estoy feliz y contento y eso se tiene que reflejar en el trabajo», dijo Sanz en entrevista telefónica desde España el lunes, cuando estrenó el primer sencillo de su próximo disco, »No me compares».
»No hay una canción específica pero sí está la sensación de felicidad y todo el positivismo que se refleja en las canciones (del disco)», su primero bajo el sello Universal Music, que se publicará a finales de año bajo el título »La música no se toca».
El ganador de 16 Latin Grammy y tres Grammy, quien hasta ahora había trabajado con Warner Music, se mostró muy complacido con su cambio de disquera, sin menospreciar a la que fue su casa por dos décadas.
»Los nuevos retos siempre tienen nuevas consecuencias, (y estas son) ganas renovadas», dijo el artista. »Tampoco quiero olvidar los 20 años que he estado en Warner, los cuales fueron muy fructíferos».
Sanz relató que para este nuevo trabajo tuvo gran cuidado de conservar un nivel poético y lírico en todas sus canciones. Asimismo, dijo que se utilizaron instrumentos tradicionales en la música de los 70 y 80 para crear un »sabor posmoderno» que rindiera homenaje a esa época.