Desgarradoras escenas de dolor, llanto y quejas se vieron durante toda la mañana de este sábado en las inmediaciones de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, donde era esperada por sus familiares la entrega de los cadáveres de cinco hombres que perdieron la vida al ser atacados a tiros, en diferentes sitios del municipio Iribarren.
Una de las víctimas era hermano de un hombre que había sido ultimado el miércoles cuando ambos fueron enfrentados por un par de motorizados que intentaron quitarles sus pertenencias y la otra, el martes de esta misma semana, cuando trató de frustrar el robo de un vehículo estacionado en el garaje de su casa.
De las otras tres muertes, se presume que hubo un sicariato porque le llegaron a la víctima para dispararle y no le robaron nada; otra persona encontró la muerte al oponer resistencia a un robo; y existe la presunción de que un joven fue atacado en un acto de venganza.
Ninguno de los parientes quiso suministrar información a los periodistas en torno a las causas que originaron esas muertes.
No soportaron lesiones
A las 6 y 30 de la mañana de ayer, Edickson Pastor Camacaro, de 47 años, quien residía en la calle 5, entre las carreras 53 y 55, del barrio Brisas del Aeropuerto, y estaba recluido desde la noche del pasado miércoles 20 de esta semana, dejó de existir.
No soportó las lesiones sufridas cuando una bala le entró por el intercostal izquierdo y otra por el brazo del mismo lado cuando se encontraba al lado de su hermano, Rafael Antonio Camacaro conversando, frente a su residencia, y se les acercaron dos individuos, que sin mediar palabra, les dispararon.
Rafael Antonio Camacaro recibió varios balazos y quedó muerto en el sitio, mientras que Edickson Pastor fue auxiliado y trasladado a la emergencia del Hospital Central.
El otro que murió ayer en el Antonio María Pineda, donde se encontraba recluido desde el martes a las 9 de la noche, fue Alberto Ramón Morles Bárcenas, de 44 años, con domicilio en la calle 3, sector La Tapa, de La Cañada.
Según la versión policial, a su residencia llegaron dos tipos con la intención de robarse una camioneta ranchera, propiedad de uno de sus cuñados, y cuando trató de impedir el delito, los malandros lo apuntaron con sus armas de fuego, lo que por instinto de conservación, trató de salir corriendo; pero, siempre le dispararon.
Uno de los balazos le dio en el abdomen y otro en el hombro izquierdo.
Sicariato
Aproximadamente a las 8 y media de la noche del viernes fue atacado a tiros José Alejandro Jiménez Pérez (22) -obrero, con residencia en la calle 37 entre los callejones 10 y 11, de esta ciudad, quien conversaba con su amiga Joreidy Hernández, en la esquina de la calle 38 con la carrera 9, donde fue sorprendido por un presunto delincuente.
Hernández dijo a las autoridades que a ellos se les acercó un individuo, al que nunca ella había visto en su vida, y sin pronunciar una palabra, le disparó a Jiménez Pérez, alcanzándolo en la región supra clavicular.
El agresor que había llegado muy tranquilo caminando hasta donde estaba la pareja, luego de cometer la agresión corrió unos cuantos metros para alejarse en una moto, cuyo conductor llegó en esos momentos precisamente para alejarlo del lugar del suceso.
La mujer pidió auxilio y logró que algunas personas llamaran por teléfono a dependencias oficiales, lo que permitió que el herido fuera llevado al Hospital Central; pero, al ser ingresado, ya no tenía signos vitales.
Existe la presunción de que Jiménez Pérez lo mandaron a matar, toda vez que el criminal actuó con toda frialdad y no le robó nada.
Ladrones asesinos
A las 10 y 20 de la noche del viernes fue llevado a la emergencia del Antonio María Pineda, sangrante, Andrys Alexander Carrillo Bracho, de 21 años, de profesión carnicero, con domicilio en la avenida principal de El Valle, sector de El Jebe, frente a la cancha deportiva.
La versión que tienen los funcionarios policiales es que este joven paseaba en su moto cuando se le atravesaron dos sujetos con la intención de quitársela; pero, al oponer resistencia, le dispararon.
Al parecer, el hombre tuvo suficiente fuerza para llegar a su residencia, donde cayó.
Había sufrido una herida en la región abdominal.
No tenía antecedentes, informaron en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), organismo que comenzó las averiguaciones ayer en la mañana.
Venganza
A las 3 y 10 de la madrugada del sábado fue ingresado a la morgue el cadáver de Jonathan Castillo Peña, de 19, sin profesión conocida, cuyos familiares dijeron que había sido atacado a tiros por sujetos desconocidos que llegaron a su rancho, situado en una invasión adyacente a la urbanización Villa Crespuscular, en la vía Barquisimeto-Quíbor.
La bala que le segó la existencia le alcanzó en la región craneal.
Los tipos huyeron, como habían llegado, en una moto.
Ante las autoridades, sus parientes no supieron explicar los motivos por los cuales el par de individuos fue a matar al joven; pero, la hipótesis que se tiene es que fue una venganza.
Fotos: Simón Alberto Orellana