Una situación muy crítica se viene presentando continuamente con el colapso de las cloacas del Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda, ya que las aguas negras y nauseabundas, como ha ocurrido en estos días, rebosan las instalaciones de la cocina, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), el archivo y la morgue.
Al ser entrevistada sobre el particular, la doctora Lyll Montes, directora del principal centro asistencial de la región que existió antes que La Concordia y La Ruezga.
Pero, cuando se construyeron estas urbanizaciones, lo más fácil que consiguieron los constructores fue utilizar el sistema cloacal del Hospital Central para desechar las aguas negras.
Dado el hecho de que esas cloacas ya tienen 56 años de haber sido construidas, ya no soportan el flujo de las aguas negras que afloran en algunas instalaciones.
El problema se ha agravado porque desde hace 7 años fue cerrada la cocina para ser remodelada por el Gobierno nacional y se está utilizando la cocina original, muy pequeña por cierto; pero, el ambiente es insalubre y se dificultan las actividades para prepararle los alimentos a los pacientes.
Conviene señalar que el hospital central cuenta con 8 ascensores, pero por falta de mantenimiento apenas funciona uno.
En los momentos hay 17 obras inconclusas en el Antonio María Pineda y lo más preocupante es que no hay salida, porque la única es que el Consejo Regional de Coordinación y Políticas Públicas apruebe los recursos necesarios para darles continuidad.
Foto: Simón Alberto Orellana