Nadie dicta la moda deportiva en Wimbledon como Roger Federer, que se presentó el sábado en el All England Club con una camiseta crema de cuello plegable, mangas largas, vivos de color púrpura y una insignia verde con sus iniciales RF en la parte superior del brazo derecho.
Es el mismo dandy que lució una chaqueta blanca confeccionada a medida con la cifra dorada «15» bordada en la espalda cuando superó el récord de 14 títulos de Grand Slam que tenía Pete Sampras al ganar Wimbledon por sexta vez en 2009.
Pero el suizo no ha podido agregar el número 7.
De hecho, ni siquiera ha logrado pasar de cuartos de final en el torneo en canchas de césped desde entonces y ha perdido en esa instancia en los dos últimos años.
«Quiero mejorar en este certamen porque podría haber ido más adelante», afirmó el sábado el tenista de 30 años. «Quizás fui un poco desafortunado a veces. Quizás los otros eran demasiado buenos. Quizás no estuve a mi mejor nivel. íQuién sabe cuál fue la combinación de motivos! Pero de mí depende establecer ahora esa diferencia y avanzar al escalón siguiente… Un séptimo sería notable».
Solo Sampras y Willie Renshaw _que jugó en los 1880 y pasó directamente a la final como campeón defensor en cinco de sus títulos_ han ganado Wimbledon siete veces.
El último tenista de 30 años o más que conquistó un título de Grand Slam fue Andre Agassi en el Abierto de Australia 2003.
«Bueno, quiero decir que cualquier título es especial. No importa que sea el número 5, el número 2, el número 17 o el séptimo aquí en Wimbledon», agregó Federer. «A lo largo de un período de dos, tres semanas, muchas cosas pueden salir bien o mal. Si uno lo supera, es un sentimiento maravilloso. Estoy soñando con el título; no puedo negarlo».
Federer tiene un récord de 16 títulos de Grand Slam, pero ha pasado dos años y medio desde que conquistó el último en el Abierto de Australia 2010, su sequía más prolongada desde alzó su primer trofeo de Wimbledon en el 2003.
Los últimos nueve grandes trofeos han ido para Novak Djokovic o Rafael Nadal, que se han enfrentado entre sí en las cuatro últimas finales de Grand Slam.
Por supuesto, Federer quiere aguarles la fiesta.
«Espero que sea este mi momento del año», agregó. «Me gustan mis posibilidades aquí y en el Abierto de Estados Unidos, pero veremos qué pasa. Mientras ellos sean número uno y dos, se enfrentarían en las finales. Quizás es bueno para ellos, pero es difícil para nosotros. Pero por otra parte estoy muy cerca de quebrar ese ciclo, y ojalá pueda hacerlo aquí en Wimbledon».
Federer fue número uno del escalafón mundial un total de 285 semanas, una menos que otro récord en poder de Sampras, pero ahora está tercero, detrás de Djokovic (1) y Nadal (2).
Federer, a quien le tocaría enfrentar a Djokovic en semifinales, volvería a encabezar el escalafón si gana el título en Wimbledon, que comienza el lunes.
El tres veces campeón aquí y analista de ESPN John McEnroe dijo que «me inclino a escogerlo a él para ganar este año en Wimbledon, aunque parece que se ha ampliado la brecha entre los otros dos y él. Pero en mi opinión, Wimbledon es su mejor oportunidad de ganar otro título grande. Parece que todavía le tiene ganas pese a tantos que ganó. Tiene una gran oportunidad este año».
Aunque volver a ser el número uno sería gratificante, Federer no dejó dudas de lo que le significaría todavía más.
«Los trofeos son los que lo animan a uno. Ser número uno es muy agradable. Todos los días, cuando te despiertas, piensas ‘oh, eres el mejor en algo’. He tenido esa sensación en el pasado y se siente muy bien», afirmó. «Pero lo que me interesa más en este momento es el título».