La escasez de ciertas medicinas en Venezuela despertó la imaginación de los ciudadanos, que tratan de conseguir los medicamentos a través de las redes sociales, y llevó al gobierno a lanzar una red popular de farmacias, cuya efectividad es criticada por expertos.
«Tengo que tomar glucofage de 750 mg, tengo mi orden médica y aproximadamente tengo más de tres meses sin tomarla ya que no la consigo», escribe Omaira Jaspe, junto a sus datos de contacto, en la cuenta en Facebook de la Fundación Sanando, creada a principios de 2012 para donar medicinas a quienes las necesiten y no las puedan encontrar.
Precisamente el Glucofage, para pacientes con hiperinsulinismo y diabetes tipo 2, y el Euthyrox, para personas que sufren de hipotiroidismo, son dos de los medicamentos más difíciles de encontrar en las farmacias, donde también faltan de forma cíclica fluidos de rehidratación y hasta antigripales.
«El mercado de medicamentos es totalmente intermitente, los productos aparecen y desaparecen sin mayor explicación y eso es grave para la salud de la población», asegura a la AFP el presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela, Freddy Ceballos.
Ceballos dice que uno de los principales problemas de los laboratorios locales es el estricto control de cambio venezolano, vigente desde 2003, que dificulta a las farmacéuticas obtener dólares para cancelar sus deudas con los proveedores. «Algo grave, porque la mayoría de los insumos vienen del exterior y muchos medicamentos sólo se empacan acá», explica.
«¿Qué pasará cuando los proveedores no envíen más nada al país por falta de pago? Es preocupante, podría haber una falta general de medicamentos», añade el responsable, que apunta que en los últimos tres meses la deuda de los laboratorios se ha duplicado hasta casi 1.500 millones de dólares.
Ante la escasez, televisoras, radios y cuentas en las redes sociales como la de Fundación Sanando -que recibe donaciones de medicamentos y los entrega gratuitamente- se suman a la labor de conseguir las medicinas.
Sin embargo, cada quien se las ingenia como puede para cumplir con su tratamiento.
Maruja Santiago sufre de hipotiroidismo y debe tomar diariamente 100 microgramos de Euthyrox. Para encontrarlo, esta pensionada de 73 años se anota en la lista de espera de una farmacia cercana a su casa en el centro de Caracas -donde a veces deja «propinas»- y está pendiente de encargárselo a sus conocidos cuando viajan al exterior.
Farmapatria, la solución oficial
Para paliar la escasez, el gobierno venezolano lanzó en mayo la red de farmacias Farmapatria en alianza con la Cámara Venezolana de Medicamentos, que agrupa a los laboratorios transnacionales.
«Esta es una red que permitirá llevarle al pueblo venezolano el acceso a los medicamentos de manera estable, a unos precios justos, razonables, que permitan proteger al pueblo», dijo el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, en el lanzamiento de Farmapatria.
El objetivo del gobierno, que culpa de la escasez al contrabando de medicinas con precios regulados y a elementos «especuladores» de la cadena de distribución, es instalar 172 sedes de Farmapatria en todo el país, en las que se ofrezcan medicamentos con descuentos de hasta 40%.
En sus primeros días, la iniciativa estatal -instaurada entre numerosas críticas- incluso regaló Glucofage y Euthyrox a quien se acercara a sus sedes. Sin embargo, según la prensa, a poco más de dos semanas de su inauguración, los Farmapatria sólo tienen algunas presentaciones de estos medicamentos.
El ex ministro de Salud, José Oletta, dice a AFP que este «es un proyecto de corte estrictamente electoral de cara a las presidenciales de octubre (…), que tendrá un impacto escaso porque contará con sólo 170 sedes, cuando en Venezuela hay más de 5.500 farmacias».
Oletta apunta que otro problema de la red es que «aún con 40% de descuento muchas personas no podrán comprar las medicinas» y teme, además, que al estar regentado por el Ministerio de Alimentación el programa no cumpla con los estándares de calidad necesarios.
Por su parte Ceballos, que culpa a las transnacionales de no traer suficientes medicamentos para cubrir la demanda, denuncia también que con Farmapatria el gobierno «crea un monopolio con los fabricantes extranjeros en detrimento de los que producen en el país».
«La oposición y los sectores capitalistas (…) rezan para que Farmapatria no progrese y tenga problemas. Dicen que el personal que tenemos no sabe lo que hace, pero todos están preparados», dijo Osorio en estos días en respuesta a quienes también critican que la red no cuente con farmacéuticos en todas sus sedes.