Tras cinco minutos de haber levantado vuelo, el motor derecho del avión YV- 1576 de la aerolínea Avior, que cubría la ruta Maracaibo -Valencia – Margarita – Barcelona -Puerto Ordaz, hizo explosión poniendo en peligro la vida de 52 pasajeros entre quienes se encontraban el equipo completo de líderes de la empresa Herbalife – Guayana, mujeres en estado de gravidez, personas de la tercera edad y varios niños, reportó el periodista Javier Samuel Paredes, quien iba en el vuelo y envió su crónica al diario EL IMPULSO.
«Íbamos tomando vuelo y tras el ingreso del tren de aterrizaje, y en el preciso momento de dar el giro hacia la ruta Barcelona -Puerto Ordaz, sentimos cómo hubo una explosión del motor derecho, lanzando unas llamaradas de rojo profundo…» refirió Peter Ronnau, reconocido comerciante de la zona de Guayana.
Tras el revuelo, ningún organismo responsable se hizo presente en el lugar, sólo un funcionario del INEA que aseveró debía notificar a Caracas, antes de tomar cualquier decisión en apoyo a los indefensos pasajeros.
Al parecer, y según las informaciones recogidas «in situ», el avión ya venía fatigado, pues el grueso número de pasajeros habría emprendido la travesía desde la ciudad de Maracaibo, a las 5 y 40 de la tarde del día domingo 17 de junio, posteriormente, hizo escala en el aeropuerto de la ciudad de Valencia (Carabobo) y llegó hasta la ciudad de Barcelona, estado Anzoátegui, donde fueron bajados, para darles paso a los que viajarían a Margarita.
Lo que llama la atención de este hecho, aseguró Samuel Paredes, profesor universitario y pasajero del vuelo, es que ni la empresa ni el aeropuerto tienen un sistema u operativo de emergencia de atención al pasajero ante una situación tan adversa que pudo llegar a peores conclusiones si el avión, recién cargado de combustible, toma altas llamas, genera calor y hace implosionar al mismo en el aire.