El mandatario nacional aprobó este viernes la Gran Misión Saber y Trabajo a través de los poderes de la Habilitante, «para afianzar la captación de trabajadores y apoyar a la familia venezolana».
El proyecto oficial busca la organización nacional estadal para la formación de nuevas propuestas productivas, según comentó en cadena nacional de radio y televisión, el vicepresidente para el área económica y productiva, Ricardo Menéndez.
Expertos en materia laboral afirman que esta nueva ley, lejos de motivar la conformación de nuevas fuentes de empleo, sólo busca generar votos con miras a las elecciones Presidenciales de octubre.
En días recientes, la presidenta de la Comisión Laboral de Conindustria, Maryolga Girán, destacó que el lanzamiento de la Misión saber y Trabajo evidenció la inmensa necesidad de empleo y capacitación que demandan los venezolanos de bajos recursos económicos.
«Durante la primera semana se inscribieron más de 80 mil personas solo en Caracas y Vargas, lo que revela la necesidad de tener un empleo digno, y al mismo tiempo, contradice las cifras de desempleo aportadas por el gobierno».
Contó Girán que la intención del programa recientemente impulsado por las autoridades oficiales es acabar con la pobreza extrema, capacitar a la población y ofrecerles empleo, tal y como fue planteado en el año 2003 con la creación del Sistema de Democratización del empleo (Sisdem), en el 2004 con la Misión Vuelvan Caras cuya inversión fue de 315 mil 737 millones de bolívares, en el 2006 con el Fondo Bicentenario y un año después con la Misión Ché Guevara. «Saber y Trabajo tiene como meta generar tres millones de empleos entre 2011 y 2018, es decir, promover 421 mil empleos al año. Todo esto sin permitir la incorporación de empresas privadas que practiquen monopolio u oligopolio».
El fracaso de los programas oficiales, dijo, y el lanzamiento de nuevas leyes con las mismas promesas, parece una oferta electoral carente de planificación.
