Al menos 11 personas murieron y decenas resultaron heridas el domingo en un intenso bombardeo de las fuerzas armadas de Siria sobre distritos suníes de la ciudad de Homs, uno de los centros más importantes de la revuelta popular contra el presidente Bashar al-Assad, dijeron activistas de la oposición.
La ofensiva de las tropas enviadas por Damasco se produjo un día después de que la misión de observadores de Naciones Unidas suspendiera sus operaciones en el país debido a los riesgos generados por el agudo incremento de la violencia.
“Alrededor del 85 por ciento de Homs está sometida ahora a rondas de bombardeos con mortero y ametralladoras“, dijo a Reuters vía telefónica Abu Imad, un disidente.
“Decenas de heridos están sin tratamiento porque todos los hospitales han caído bajo el control de ‘shabbiha‘. Los muertos son los afortunados”, afirmó, refiriéndose a la milicia local, conocida como “shabbiha” (fantasmas), un grupo leal a Assad.
Fuentes de la oposición dijeron que el bombardeo fue más intenso en los barrios residenciales del viejo Homs, al-Khalidiya, Jourat al-Shayyah, Qarabis y al-Bayyada, donde los rebeldes del Ejército Siria Libre están atrincherados junto a los civiles que quedan en la ciudad luego de que cientos de miles huyeran durante el último año.
“Ya no podemos hablar de ninguna lucha real en Homs porque el Ejército ha aislado distritos entre sí y está barriendo sistemáticamente los barrios con artillería“, señaló el activista Mohammad al-Homsi.
“Desde que los observadores dejaron de trabajar ayer (sábado) hemos visto una clara escalada (de violencia)”, agregó.
El jefe de la misión de la ONU, el general Robert Mood, dijo el sábado que el aumento de la violencia había lo obligado a suspender las operaciones de los observadores, en la señal más clara hasta el momento del fracaso del plan de paz negociado por el mediador internacional Kofi Annan.