El presidente Hugo Chávez tendría la pretensión de aprovechar las últimas horas de la Ley Habilitante, cuyo plazo de aplicación se vence este domingo, para decretar por esta vía la Ley Desarme, aunque ha sido un proyecto impulsado por la bancada opositora en la Asamblea Nacional que tiene el apoyo de una amplia mayoría en la comisión mixta que lleva el proyecto, denunció el diputado Juan Carlos Caldera, quien estuvo de visita por el estado Lara este viernes.
«Desde Miraflores los perros de la guerra, que siempre han estado detrás del negocio de las armas en Venezuela, están presionando para que la Ley Desarme sea aprobada con el uso de la Habilitante», dijo.
La aplicación de esta maniobra constituiría, a juicio del parlamentario, una demostración del desprecio del primer mandatario nacional hacia el trabajo de los diputados, incluyendo los del Partido Socialista Unido de Venezuela, quienes en los últimos doce meses han trabajado en el diseño de la ley. «El desarme va a ser politizado», aseveró.
El motivo para realizar una acción tan irregular para la entrada en vigencia de una ley, que pudiera sufrir serias modificaciones de ser aprobada directamente por el Presidente de la República, es una interrogante que invade a los diputados de la bancada opositora. Sobre todo cuando el informe final del proyecto cuenta con el visto bueno de la comisión mixta y sólo se encuentra a la espera de ser llevado a plenaria la próxima semana.
«Esto no es más que una demostración de que para el Gobierno no es prioridad, y nunca lo ha sido ni será, la vida de los venezolanos, sino que se trata de ver todo bajo la óptica electoral y de la política. No hay ni siquiera respeto por el trabajo de los diputados pesuvistas que han trabajado por el país», reiteró.
Sobre la contradicción que pudiese significar que el presidente Chávez abogue por el desarme de la nación al tiempo que anuncia la producción de 25 mil rifles por año en el país, el diputado indicó que son este tipo de posiciones que llevan a los alarmantes índices de criminalidad y a estar seguros que la única solución que tendrían los venezolanos sería tomar una decisión radical el 7 de octubre.
«Se trata de decidir entre dos opciones: la vida o la muerte», dijo e indicó que el candidato Capriles Radonski puede significar una opción de cambio».
Foto: Jairo Nieto