Representantes de los consejos comunales y cajas de agua de las diferentes parroquias del municipio Iribarren interpusieron una formal queja en contra de Hidrolara.
La acción se concretó la mañana de este viernes en el centro comercial El Recreo, en las oficinas del Instituto de Protección en el Acceso a Bienes y Servicios (Indepabis) y ante el Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos (Sencamer).
Yanira Villanueva, enlace de Hidroven-Lara, manifestó que en la a Ley de Saneamiento y Agua Potable, en el numeral 11 se establece que los ajustes de tarifas en el servicio hídrico deben ser consultados a través de las alcaldías y consejos comunales,
Como eso no ha venido ocurriendo desde el 2008, destacó, tuvimos que ejercer un recurso ante las instituciones correspondientes para exigir respeto a nuestros derechos como clientes y consumidores.
«Como hidrológica central hemos recopilado una serie de denuncias de comunidades enteras que no reciben el servicio por tubería pero religiosamente les llega el recibo». Denunció que Hidrolara no está respetando lo establecido en Gaceta Oficial número 39.788, de 28 de diciembre de 2008
«Damos fe que lo que viene ocurriendo es algo triste y deplorable porque no se está prestando el servicio como deberían, si la gente paga mensualmente debe recibir un buen servicio.
Quejas
Voceras y dirigentes de La Carucieña, Las Tinajitas,Titicare y comunidades de norte, sur y oeste denunciaron que el agua sólo les llega dos veces por semana y desde las 11 de la mañana hasta las cinco de la tarde.
Los cajas de agua y consejos comunales consignaron al Indepabis y Sercamer, los recibos en los cuales se reflejan los aumentos que cada tres meses viene aplicando la empresa hidrológica a los clientes de las comunidades más deprimidas de la municipalidad.
Por su parte, Orlando Ortiz, coordinador en la región de Sercamer explicó que recibían la denuncia, la procesaban y darían seguimiento para dar respuestas de forma expedita a la comunidades que se sienten vulneradas en sus derechos.
Foto: Ricardo Marapacuto