Como respuesta al gobierno y al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que han venido pregonando que las encuestas dan como resultado una ventaja de Hugo Chávez sobre Henrique Capriles Radonski, quien había comenzado su campaña con visita casa por casa, el Comando Venezuela trazó la estrategia más dinámica para esta campaña como ha sido la movilización intensa del candidato de la unidad por todo el país.
Así lo expone el politólogo Radamés Graterol, quien ha trabajado como asesor en campañas electorales, al ser consultado por reporteros de EL IMPULSO.
Los voceros del gobierno y del partido rojo-rojito habían venido hablando de una diferencia significativa, hasta de 30 puntos, del Presidente de la República sobre el gobernador de Miranda pero, su comando de campaña aprovechó la oportunidad de la inscripción del abanderado de la unidad para realizar una gigantesca marcha que tuvo una participación de por lo menos un millón de personas.
Y para hacer más significativo el acto, Capriles Randoski realizó una caminata, a veces trotó, de más de diez kilómetros hasta la sede del CNE.
Nunca se ocultó que iban a participar militantes y seguidores de los factores que integran la Mesa de la Unidad Democrática, de diferentes lugares del país como respuesta al Comando Carabobo que pregonaba que ya Chávez tenía ganadas las elecciones, con esa movilización, la MUD envió un mensaje: «Aquí, por lo menos, estamos empatados».
La manifestación fue bastante significativa, en la misma la juventud estuvo presente, se produjo una simbología muy interesante como fue la presencia de las etnias para decirle al oficialismo que Chávez no tiene todos los segmentos y también los sectores populares están respaldando a Capriles.
Hay que un aspecto fundamental: las movilizaciones no determinan realmente cómo está en realidad un candidato.
Pero, sí son actos motivacionales que ayudan de alguna manera a que los seguidores del candidato, tal como su nombre lo indica, estimulados a seguir trabajando por esa candidatura y, por supuesto, continuar avanzando en el elemento estratégico y a ir animando a las personas que todavía se encuentran indecisas o no alineadas que aun cuando faltan cuatro meses para las elecciones, están viendo los toros desde la barrera, para ver con quién van a cuadrarse al final.
Para Radamés Graterol el hecho de que Capriles haya cubierto un recorrido de más de diez kilómetros mientras Hugo Chávez se desplazó en la plataforma de un camión militar desde Miraflores al CNE, es plantear el contraste entre un candidato sano y el otro que, aunque dice estar bien, hace duros esfuerzos para hacerse presente en la calle.
No puede Chávez demostrar la energía con la cual se le ha conocido, observa. Hoy el Presidente, para impresionar a sus seguidores, se respalda en la voz fuerte, engolada.
Carlos Pineda, presidente de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos, resalta que la voz es una expresión muy simbólica de la fuerza que puede tener alguien.
Fotos: Archivo