De cada 100 dólares de exportación, 95 provienen del petróleo. Venezuela ha tenido por años una alta dependencia a la renta petrolera, situación que deja al país en desventaja cuando los precios comienzan a variar.
La cesta venezolana de crudo tiene una tendencia a la baja en los últimos cuatro meses.
Para marzo de este año, el barril del petróleo se ubicó en 116.47 dólares, mientras que en abril se observó la primera caída a 114.02 dólares por barril.
Posteriormente, en el mes de mayo el barril de petróleo cayó a 105.46 dólares, seguido de junio cuando el barril del petróleo se ubicó 94.5 dólares. «La cesta petrolera en una semana perdió 5.58 dólares y debe entenderse que por cada dólar que baja, Venezuela deja de tener 700 millones de dólares al año. Según fuentes oficiales, supuestamente estamos exportando 3 millones 100 mil barriles diarios, pero no es una cifra confiable», destacó el economista y profesor de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Aníbal Peña Javitt.
El especialista agregó que si los precios del petróleo continúan bajando, el Estado tendrá que asumir graves problemas. «Lo primero es que habrá un déficit fiscal, estamos hablando de el dinero no le alcanzará al Gobierno para cubrir los gastos».
Ante esta coyuntura el Estado tendrá dos alternativas; disminuir el gasto público o endeudarse. «Es ilógico pensar que el Gobierno disminuirá el gasto público en plena campaña electoral. Eso implicaría recorte del dinero destinado a las misiones y programas sociales. De continuar la tendencia a la baja, si quiere tener más dinero con menos petróleo tendría que devaluar la moneda, pero tampoco lo hará, porque esto le afectaría en términos electorales».
Contó Javitt que una devaluación de la moneda incrementaría la inflación, y por ende, afectaría la calidad de vida de la población. «Ante este panorama el Estado va a tener que endeudarse. Sin embargo, el endeudamiento no será externo pues los entes internacionales fijarían tasas de interés muy elevadas, tomando en cuenta que el Gobierno no tiene fortaleza en su principal ingreso que es el petróleo».
Dinero del pueblo
El déficit fiscal motivará al Estado a recurrir al endeudamiento interno. «El Gobierno obligará a la banca privada a comprar los bonos que emita. Los bancos entregarán al Estado el dinero de la cartera hipotecaria y de agricultura para que los administre, por tanto, será el Gobierno quien dé los créditos a los ciudadanos que los soliciten».
Explicó Javitt que la banca privada no será responsable del incumplimiento de los pagos de beneficiados. «Si la gente no paga tendrá que pagar el Estado y esto lo hará a través del presupuesto. Como hay menos ingresos por la caída del petróleo, tendrá que recurrir al incremento de impuestos».
En este sentido, Javitt destacó que es dinero del pueblo el que estaría siendo manejado por las autoridades oficiales.
En otro escenario, si la banca no compra los bonos del Estado, el mismo Banco Central de Venezuela podrá financiar al Gobierno. «A esto se le llama dinero inorgánico porque no es producto de la economía del país, generando un proceso inflacionario».
A juicio del especialista, el desenlace ideal para todos los venezolanos es que los precios del petróleo se mantengan y recuperen. De lo contrario, las consecuencias en la economía pueden ser muy graves.
Foto: Simón Alberto Orellana