El 1º de junio entró en vigencia la resolución que prohíbe durante un año el otorgamiento de nuevos portes de armas de fuego en el país, medida que va acompañada por la eliminación de la comercialización de armas y municiones en armerías privadas.
La suspensión de entregar nuevos portes de armas entró en vigencia luego de culminado, el 31 de mayo pasado, el proceso de registro y renovación de portes, que llevó a cabo la Dirección Nacional de Armas y Explosivos (Daex) desde el 1º de marzo, con el propósito de regularizar las armas adquiridas legalmente pero que por diversas razones no tenían sus papeles en regla.
Las personas que tengan su porte de armas vigente pueden seguir renovando este permiso con normalidad.
Las armerías de todo el país tenían plazo hasta el 31 de mayo para entregar todos sus remanentes de armas y municiones a la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), tal como se dispuso en la resolución conjunta de los ministerios para Relaciones Interiores y Justicia y para la Defensa, publicada en la Gaceta Oficial número 39.873.
Sólo Cavim está autorizada, previa aprobación del Ministerio para las Relaciones Interiores y Justicia (MIJ), para la comercialización de armas y municiones, y podrá venderlas únicamente a cuerpos policiales, empresas o cooperativas de vigilancia privada y/o transporte de valores, deportistas de tiro, productores agropecuarios o acuicultores y a la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes).
Las armas y municiones sólo se podrán adquirir mediante la autorización del MIJ.
La consulta nacional para la Convivencia Sin Armas, realizada por la Comisión Presidencial en un universo de 20.745 personas, arrojó como resultado que la medida de suspensión del porte de armas fue aprobada por 84,3%, mientras que la prohibición de comercialización de armas y municiones obtuvo 79,8% de aprobación.