Una ráfaga de disparos interrumpió la tranquilidad y la calma en el barrio Villas de Nazareno, al oeste de Barquisimeto, aproximadamente a las 2:00 de la tarde, balas que alcanzaron a un joven menor de edad quien residía en el sector y acabaron con su existencia en el acto.
El ultimado era el tercero de seis hermanos, vivía con su familia en la calle 6 de Villas de Nazareno. No estudiaba, ni trabajaba, algunos vecinos lo describieron incluso como muy callejero. En el sector le llamaban cariñosamente «El Orejón».
La mañana de este jueves, la pasó en su casa, sin mayores preocupaciones, desconociendo que en la tarde su vida llegaría a un lamentable desenlace.
A eso de las 12:30 del mediodía, salió para visitar a unos amigos en la calle 7 del barrio, pasado un tiempo y luego de compartir con sus amistades, salió para dirigirse nuevamente a su hogar, cuando una vecina pudo ver cómo unos sujetos se acercaban al joven y le propinaban cinco detonaciones.
Al ver al muchacho quedar tendido en medio de la calle de tierra, sin signos vitales, ésta corrió para avisar a su familia, quienes en pocos minutos llegaron y se encontraron con la triste noticia.
En la escena del crimen, vecinos y unos cuantos curiosos rodearon y observaron el cuerpo, como si se tratara de un espectáculo digno de observar en la comunidad y sin respetar el dolor de la familia que esperaba con la impotencia de ver al joven asesinado. Fue cubierto con una sábana blanca hasta la llegada de los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), a las 4:30 de la tarde.
El joven vestía un short azul oscuro, gorra blanca, chancletas y no llevaba franela.
Se encontraron cinco casquillos de bala calibre 9 milímetros en el lugar que fueron tomados como evidencia del crimen.
El cuerpo fue trasladado a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda donde se le realizarán las pesquisas de rigor.
Foto: Ricardo Marapacuto