Son demolidas progresivamente un lote de viviendas construidas con recursos de Fundacomunal en la populosa comunidad de Los Mangos, ubicada en el sector El Tereque del municipio Palavecino.
El dirigente de Acción Democrática, Oscar Réquez, al formular la denuncia, sostuvo que se han malversado unos cuatro millones 250 mil bolívares para la construcción de unas 50 unidades habitacionales en ese sector del municipio, sin contar con su posterior demolición por la deficiencia de las edificaciones.
En todo El Tereque, anotó el dirigente político, hemos revisado con preocupación la demolición de no menos de 50 viviendas que fueron construidas por los consejos comunales y que denotan la falta de asesoría en esa materia.
Dijo que con esperanzas la gente de ese sector recibió sus casas pero al ver que revestían un problema de riesgo por las fallas presentes en su estructura, tuvieron que ser derribadas en silencio y con la firme advertencia de no incurrir en denuncia alguna.
Serían reconstruidas
A las familias afectadas se les prometió la inmediata reconstrucción de las casas por medio de la Gran Misión Vivienda, pero han pasado muchos meses desde entonces sin respuestas concretas.
De salir a la luz pública estas irregularidades, sostuvo Réquez, las familias afectadas serían excluidas, por ello el silencio sepulcral de las autoridades municipales y de la misma gente estafada que sólo espera respuestas.
Las casas derribadas fueron edificadas con marcada improvisación y materiales de muy baja calidad.
Apoyo del Gobierno
Según una fuente, una maquinaria de la Alcaldía de Palavecino y otra de la Empresa Mecanizada Pedro Camejo, son las encargadas de la funesta práctica que revela el desfalco al Estado venezolano.
Otras son tumbadas a fuerza de pulmón, para luego revender los materiales rescatados como bloques, cabillas, marcos de puertas y ventanas.
Según Réquez, cada vivienda costó entre 85 y 100 mil bolívares, para cuando fueron construidas, recursos entregados directamente a la Unidad Financiera de las organizaciones comunitarias de la zona en referencia, «sin contraloría de la nación».
Foto: Cortesía Oscar Réquez