Este verano, si todo sale bien, un robot mecánico llegará a Marte para probar una nueva estrategia de búsqueda de vida más allá de la Tierra.
En lugar de buscar microbios como las misiones «Viking» de la década de 1970, el Laboratorio Científico de la NASA para Marte, denominado Curiosity, buscará lugares que pudieron haber acogido y preservado vida.
«El término «detección de vida» es tan confuso y tan difícil de establecer que no facilita un buen punto de partida», dijo el geólogo John Grotzinger, del Instituto Tecnológico de California.
En cambio, la nueva misión de la NASA en Marte, programada para aterrizar el 6 de agosto, es ante todo una expedición geológica hacia un lugar enigmático llamado Crater Gale, situado justo al sur del ecuador marciano.
Los científicos creen que el cráter se formó hace alrededor de entre 3.500 y 3.800 millones de años cuando Marte, la Tierra y el resto de los planetas del sistema solar fueron bombardeados de manera frecuente por meteoritos.
El rasgo más asombroso de Gale no es su fosa que mide 96 millas (154 kilómetros) de ancho en el suelo, sino las tres millas de altura (5 kilómetros) de los escombros acumulados en el piso del cráter, que van en aumento. Los científicos creen que la montaña, situada en el centro de la cuenca, son los restos de capas de sedimentos que alguna vez llenaron el cráter.
Con el tiempo y por un proceso que no se comprende bien, los sedimentos fueron arrastrados, dejando lo que hoy se conoce como Monte Sharp, del que los científicos esperan revele la historia geológica de Marte como ninguna otra información puede ofrecer en la Tierra.
Si se formó algo similar en la Tierra, pudo ser borrado con el tiempo por el plegamiento y las fallas de la corteza del planeta.
«No hay ningún lugar en la Tierra donde puedas obtener la historia completa de una vez», dijo Grotzinger a un grupo reducido de periodistas durante una excursión al Valle de la Muerte el pasado mes.
«En Gale no es necesario reconstruir las capas. Se puede ver cómo van de mayor a menor. La flecha del tiempo siempre apunta en la dirección correcta. Todo se presenta de manera muy sencilla», dijo Grotzinger.
CONSERVACIÓN DE LA VIDA
Las misiones anteriores en Marte revelaron la evidencia que el planeta era más cálido y más húmedo que lo que hoy es el desierto, frío y seco. Por ejemplo, la Exploración Rovers de la NASA sobre Marte, una de las que sigue operando después de más de siete años en la superficie del planeta, encontró minerales que en la Tierra sólo están presentes en el agua.
El agua es uno de los tres ingredientes clave necesarios para la vida al menos como se conoce hasta ahora. La receta de la vida también requiere fuentes de energía, como la solar o la química, y una fuente de carbón.
«Uno de los ingredientes para que haya vida es el agua. Ahora estamos viendo si podemos encontrar otras condiciones que sean necesarias para la vida», dijo Mary Voytek, director del programa astrobiológico de la NASA.
Si el Laboratorio Científico de Marte aterriza con seguridad, lo que no está garantizado, los científicos esperan tener dos años por delante para recabar información sobre el Monte Sharp y sus alrededores.
El vehículo despegó a bordo de un cohete no tripulado Atlas 5 el 26 de noviembre para un viaje de nueve meses, con 60 millones de kilómetros por delante que deberían terminar justo el 6 de agosto.