Diferentes agrupaciones de tamunangueros y cultores se reunieron el fin de semana en los espacios de la Biblioteca Pública Pío Tamayo, con el objetivo de dar a conocer la historia del tradicional baile del garrote, sus principios y explicaciones de cada son de este baile autóctono del estado Lara.
Pedro Álvarez, reconocido folclorista de la región, fue el encargado de la ponencia, dirigida a estudiantes del Colegio Fermín Toro, la agrupación de baile San Juan Bailón y representantes de la Dirección Sectorial de Educación.
William Guerra, coordinador de la Pío Tamayo, destacó que estas actividades refuerzan en la colectividad las creencias y tradiciones, abriendo las puertas del recinto bibliotecario a la cultura autóctona del estado.
«El tamunangue es una manifestación folclórica que representa una fusión de ritmos. El fin era mostrar esa diversidad que hay del baile en el estado Lara, su contexto histórico y su relación como fiesta cívica religiosa».
Por su parte, Mireya Vivas, directora sectorial de Educación, destacó el apoyo por parte de esta institución a las actividades de formación cultural, como parte de la educación integral de los niños, niñas y adolescentes, siempre resaltando los valores y la cultura de la región.
«Es una actividad educativa y a la vez histórica, pues nos muestra una reseña de lo que forma parte del tamunangue, la tradición y debemos trabajar para resaltar estos valores en cada una de las instituciones educativas. Como Dirección Sectorial de Educación, estamos trabajando para que nuestros niños conozcan la cultura larense».
Indicó que es un esfuerzo de la Gobernación y de las distintas instituciones que la conforman y, además, formuló un llamado al colectivo vinculado a la educación para que a diario mantenga el compromiso de formar en valores y principios a los niños.
Actualmente, la institución trabaja en un convenio de cooperación con las iglesias y seminarios, para que todos aquellos líderes que deseen formar parte del proceso formativo los apoyen en cada una de las instituciones.
Foto: Simón Alberto Orellana