La legalización del mercado paralelo de divisas en Venezuela sería una de las primeras medidas del opositor Henrique Capriles de llegar a la silla presidencial en octubre, como un paso hacia el desmontaje del control de cambio que integra la red de torniquetes financieros que signan a la economía del país.
Adversarios del presidente Hugo Chávez -que pese al cáncer que padece buscará la reelección para extender su poder a casi 20 años- sostienen que la productividad y la confianza de los inversionistas están erosionadas por los controles impuestos por el Gobierno en su tránsito hacia un socialismo de sello propio.
El coordinador del programa de gobierno del candidato opositor, Ricardo Villasmil, dijo que de llegar al poder Capriles erradicaría el control a la compra-venta de divisas vigente desde el 2003, aboliría progresivamente un congelamiento de precios que produce brotes de escasez y detendría el avance de las expropiaciones.
«Visualizamos la legalización del mercado paralelo de divisas como una señal importante que da sentido de dirección y de propósito hacia dónde vamos en el tema cambiario», dijo el ingeniero agrónomo, con doctorado en economía.
«Obviamente el objeto de todo eso es el desmontaje definitivo de todos esos controles que lo que hacen es asfixiar y generar una inmensa corrupción y una desviación de la actividad productiva», agregó en una entrevista con Reuters.
El Gobierno de Chávez sostiene que la restricción cambiaria ha evitado la fuga de capitales y hasta el 2010 permitió un mercado conocido como de permuta que facultaba a particulares e importadores adquirir divisas a precio flotante mediante la compra y venta de títulos valores.
No obstante, levantó la medida tras acusar a casas de bolsa de querer estimular la inflación y ordenó el cierre de decenas de ellas y envió a algunos de sus directores a la cárcel.
El control fija dos tipos de cambio: 4,3 bolívares por dólar para bienes esenciales y otro de 5,2 bolívares para ventas a través de un sistema de transacciones administrado por el Banco Central. Pero en el mercado del menudeo cotiza muy por encima.
Críticos dicen que el sistema vigente crea confusión, mientras distorsiona la economía.
Devolver activos
Capriles, un joven abogado y gobernador del central estado Miranda -en licencia por la campaña-, se ha identificado como de centro-izquierda y h a alabado la política económica aplicada en Brasil de capitalismo con beneficios sociales y participación de los privados.
Mientras que los 13 años de gestión de Chávez han estado marcados por el paso a manos estatales de empresas de sectores fundamentales, política que no le ha restado apoyo en la mayoría pobre del país al punto lidera las últimas encuestas de intención de voto para las elecciones del 7 de octubre.
Villasmil dijo que en un Gobierno de la oposición se crearían mesas de negociación con cientos de empresas que han sido e x propiadas durante el mandato de Chávez para revisar el estado de los pagos e incluso para revertir algunas tomas de activos.
«Como Estado debes dedicarte a lo que te tienes que dedicar y entender que para desarrollar tu potencial necesitas el concurso del sector privado nacional, el ahorro de los venezolanos, el ahorro extranjero, la tecnología extranjera», argumentó el estratega.
Empujón petrolero
Otro de los planes de la oposición es levantar la producción petrolera del miembro de la OPEP que ronda los 3 millones de barriles por día (bpd) según cifras oficiales.
La esperanza de la oposición es agregar unos 400.000 bpd anuales, focalizándose en los negocios de la extensa Faja del Orinoco, un área con las mayores reservas de crudo del mundo.
Villasmil agregó que al unísono esperan detener la declinación de los pozos en Occidente -una zona tradicional de extracción- con el fin de revertir la caída de la producción de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
«De nada nos sirve estar parados sobre las reservas más grandes del planeta y jactarnos que las tenemos allá abajo enterradas en el suelo», señalo Villasmil, quien también tiene un maestría en historia de Venezuela y una especialización de políticas públicas.
Adicionalmente, el recorte de bombeo acordado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tras la crisis financiera mundial afectó el nivel de producción e inversión de la nación sudamericana.
«A nosotros nos interesa -obviamente- la estabilidad de precios, particularmente en el corto plazo, pero la relación de reservas y producción en Venezuela es increíblemente desventajosa en la OPEP y creo que eso es perfectamente entendible por el resto de los socios», dijo Villasmil.
En cuanto a los aliados estratégicos en el negocio petrolero y a los convenios firmados con gigantes como Rusia y China para lograr financiamiento multimillonario, sostuvo que los tratados serían respetados pero sus claúsulas revisadas.
«No podemos hacer una transición en la cual nos veamos como una república bananera, en la cual todo lo que hizo el régimen anterior lo vamos a desconocer, eso le daría a los inversionistas una señal terrible sobre el futuro», agregó.
De ganar en las elecciones presidenciales, otra de las prioridades del nuevo Gobierno sería realizar una gran auditoría de las finanzas públicas, desperdigadas actualmente en decenas de fondos que rara vez rinden cuentas.
Chávez maneja directamente una parte importante de los recursos petroleros y puede ordenar la emisión de deuda sin requerir autorización de otros entes de control financiero.
«El potencial de Venezuela es tan grande (…) que no estamos proponiendo una cosa fantástica, estamos proponiendo hacer las jugadas de rutina. Si hacemos las jugadas de rutina nos va a ir bien», concluyó.