Por la puerta del sol ¡AVE MARÍA! GENIO Y FIGURA…

Desde pequeño el genio se muestra precoz, tiene gran concentración, prefiere hablar con los adultos, es inventor y muy preguntón.  Su inteligencia solo necesita de un guía que  ayude a salir de su lámpara maravillosa al genio que duerme en su interior.  La capacidad del virtuoso se debe al producto de interacción entre los factores innatos y el entorno que se mueve alrededor  de cultura, familia, amigos etc. Necesita ser educado para que pueda desarrollar a plenitud su enorme habilidad.
Somos el producto de –ser poco,  o ser mucho- Encontrar su satisfacción  es el fin propio del hombre.
Los virtuosos son como la hipérbole cuyas ramas llegan hasta el infinito. Superdotación  no es privilegio solo de la parte intelectual, lo es también del campo de la ciencia, la cultura,  del artístico, de la tecnología  etc. La computación,  el cine indómito, la moderna telefonía, las tabletas y la publicación digital  acaban de perder a su genio creador Steve Jobs (Cociente intelectual de 160 puntos)  Leer su vida y logros es fascinarse ante la historia del hombre que logró ejercer increíble influencia sobre el mundo al que benefició con sus inventos y creaciones. (Gracias a la familia Florido Coloma ha llegado a mis manos el libro de la interesante vida de este genio, escrita por Walter Isaacson).
Cuenta la historia que enterado Confucio de que en una aldea vivía un niño prodigio, se dirigió allí para conocerlo. Para confirmar la sabiduría de este niño le hizo una sola pregunta: ¿Podrás tú ayudarme a acabar con las desigualdades del mundo? La respuesta del niño de ocho años fue esta: ¿Para qué acabar con las desigualdades si son tan necesarias? Si nosotros aplanamos las montañas, acabamos con el refugio de las aves, Si acabamos con lo profundo de los ríos y los mares, todos los peces morirán. Si el jefe de la aldea tuviera la misma autoridad que el loco, nadie se entendería. El mundo es muy vasto, déjalo con sus desigualdades”. Con esa respuesta pudo confirmar Confucio que dentro de este niño moraba un sabio.
Debido  a la necesidad de equilibrio en el mundo hay sabios e ignorantes –  
Escuchar el milagro de una voz perfecta, ver la mano que toca el teclado de un piano, la clavija de un saxo, ver cómo unos labios  extraen celestiales sonidos a los vericuetos de una flauta, confirman la capacidad que tienen estos de de ser esa especie de encantadores que logran hacer que sus instrumentos ululen por las callejas del alma y la llenen de ternura y alegría. Ellos como el escultor, el pintor y el poeta  saben cómo hechizar el alma, cómo robarnos el corazón y transportarnos por los bellos paisajes de la vida.
La lista de genios en el mundo es larguísima. Aunque no seamos genios un cociente intelectual de 100 es una buena puntuación para la inteligencia. El superdotado ostenta una puntuación igual o superior a un valor de 130. No siendo genios, se nota que estos seres resultan ser los más avanzados con  un potencial  que los destaca entre los demás. Superdotado  es aquel cuyo cociente intelectual pasa de 140. El joven profesional  Adrew Almazón tiene un cociente de 160 puntos, William James Sidis  de 250 puntos, dominaba nueve idiomas. El cociente de W. Goethe era de 210, de Newton y Galileo 190, el de  Miguel Ángel de 180,  Darwin, Mozart, Beethoven 165, el rey del ajedrez Kasparov 190 el de Roberts Jones  184 puntos. Cervantes y Bolívar tenían un cociente de 155 puntos. Podemos señalar como genios de la escritura a: García Márquez, Juan Rulfo, Elena Pomalowska, Jorge Luís Borges, Alan Poe, Alejo Carpentier, Saramago  etc. Heidi Hankim de apenas cuatro años tiene un cociente de 159 puntos el mismo de Einstein y Bill Gates.
 Edison, físico e inventor decía que “el genio es un  1% de inspiración y 99% de sudor”.
Si no somos genios contamos con la riqueza de ser dueños de nuestros propios logros, ganados  a punta de esfuerzo y constancia y de saber que siempre hay un camino esperándonos…
                                        
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