POSTULACIONES DE COMICIOS PRESIDENCIALES

Con puntual exactitud, se han venido cumpliendo los actos, etapas y requisitos previstos dentro del calendario electoral, a finalizar el venidero siete de octubre. Este proceso histórico y trascendente, conforme declaración de uno de sus Rectores titulares, es automatizado, para servirse de las ventajas que proporciona el gigantesco desarrollo tecnológico actual, aunque a petición de parte interesada, puede realizarse de manera tradicional, a la usanza actual, siguiendo el procedimiento oficial establecido al respecto.
Lo comedido del lapso, muy festinado, impone a los postulados, la mayor rapidez y diligencia en sus actuaciones, para ceñirse y acatar los lapsos previstos, evitando que la irrupción de la caducidad o prescripción, enerven la fiel ejecución del proceso en marcha. Por eso, resulta ufano y satisfactorio señalar, que el abanderado de la MUD, ha declarado, reiteradamente, con suficiente antelación, que el acto de su formal postulación, se llevara a cabo, el próximo diez de los corrientes, que es anuncio de venturosa consecuencia, para nuestro devenir cívico y político. Demostración positiva del orden y la organización que se ha impreso a esta jornada electoral y cumplimiento de la actitud ovacionada por el Libertador: Dios premia con el triunfo, la constancia. (Manifiesto de Carúpano, 7 de septiembre de 1.814) o para no excluir el milenario testimonio popular, la similitud del dicho: a quien madruga Dios lo ayuda.
Reflexionando en la relevancia de este torneo democrático, confiamos sin vacilación, de su normal realización y prodigioso desarrollo, deben quedar erradicados los expedientes de la violencia, que se desenvuelva dentro de pautas cívicas y democráticas, se acate a plenitud el ordenamiento jurídico que rige la materia, antes de asumir decisiones de retaliación o de violencia, solamente deben predominar, las dictadas por la impersonal y severa justicia.
Señalamiento sobresaliente que debemos comentar es destacar, que los sabios y patriotas juristas de la Independencia: Juan Germán Roscio, Francisco Javier Yanes y Miguel José Sanz, en el primer Reglamento Electoral ordenado por la Junta Suprema, no cesaban de recomendar a los electores, que eligiesen como representantes a personas integras y connotados patriotas, que poseyeran las condiciones relevantes para: “sostener con decoro la diputación y ejercer las altas funciones de su instituto con el mayor honor y pureza”.
Hace falta se siga observando en nuestros procesos comiciales una recomendación tan enfática, para que los investidos en funciones de representación popular, sean dechado de virtudes paradigmáticas y personalidades elevadas por su carácter, instrucción y probada honestidad.
Dos candidaturas, disputan en diferenciada lid, la palma de la victoria comicial. La oficialista, disfruta sin escrúpulo ninguno, las abultadas arras del poder. La de la oposición democrática, la acompaña y respalda, el espontaneo apoyo popular. El buen uso de la palabra, mide y sopesa, como la modalidad del habla, es baremo apreciativo en la prodigiosa distribución del voto que se afianza en la querencia y en el subjetivismo personal.
Capriles, en gesto caballeroso y galano llega a la puerta de una casa, con la galantería de quien lleva una flor. Chávez, en otra semblanza, infunde miedo, inunda el espacio de desconfianza y temor y en su torno se moviliza el poder. Son dos estilos. Dos maneras de interpretar la fantasía ambientísta.
Capriles dentro de un civil contexto, de no fingida urbanidad, dice sin pose calculada: “El estimado adversario” sin siquiera detenerse en respuesta de explosiva resonancia. Chávez, parece no discierne, entre blasfemia o encono, ni si está bajo influjo de la paranoia del odio o galvanizado por inesperada confusión, poder decir: “MI misión va a ser quitarte la máscara, porque por más que te disfraces, tienes rabo de cochino, orejas de cochino, roncas como cochino, eres un cochino”. Verdad, el pueblo venezolano no dará su voto a quien use este estilo de lenguaje, para vapulear sin consideración, a su adversario político.
Con la hermosa conciencia de unidad sembrada por la MUD, admiraremos complacidos, el venidero siete de octubre, la encarnación civil de la magistratura, en el solio mancillado de la República.