«En Hidrolara no nos hacen caso. Nos engañan con promesas y firmas de actas que nunca cumplen, pero ya nos cansamos», dijo una de las mujeres participantes en la protesta que este jueves, por segundo día consecutivo, mantuvieron los habitantes de varios caseríos de la parroquia Águedo Felipe Alvarado reclamando el suministro de agua.
Allí estaban presentes mujeres y hombres de La Puerta de Bobare, Durigua, Cañaote, El Potrero de Bucare y La Mesa, quienes, con diferentes objetos, en su mayoría cauchos viejos y restos de árboles, impedían la circulación de vehículos en ambos sentidos.
Desde las cinco de la mañana comenzó el cierre, afectando a quienes viajaban desde y hacia Barquisimeto procedentes de Bobare, Santa Inés, Moroturo, Aguada Grande, Siquisique, Churuguara y otras poblaciones del norte de Lara y Falcón.
«Tenemos más de dos meses sin agua. No nos llega por ningún medio a pesar de que existe un acueducto que no cumple con su cometido para más de 25 mil personas», expresó Asunción Camacaro, uno de los líderes de la manifestación.
Cree que todo se debe a la falta de autoridad en la hidrológica cuyos empleados no bombean el agua hacia la parroquia.
«Reyes Reyes es culpable de esto porque el presidente Chávez, hace tiempo, le dio la orden de resolvernos el problema, pero a pesar de contar con los recursos no ha hecho nada», indicó Camacaro.
Yadeibis Franco, de La Puerta de Bobare, explica que debido a la falta de agua tienen que suspender las clases en las escuelas pues los baños no funcionan.
«Pero eso como que no le preocupa a la gente de Hidrolara porque hace quince días fuimos allá y nada, no nos han solucionado», dijo la ama de casa.
Agregó que sólo en La Puerta de Bobare son unas 600 las familias afectadas y que con los cisternas no solucionan nada pues sólo les llenan dos pipas por familia, lo que es insuficiente.
Wilmar Toro, otra vecina, afirmó que se trata de un problema viejo para el cual no ha existido voluntad política para solucionarlo, de allí que hayan tenido que recurrir al cierre de tan importante vía y de esa manera llamar la atención de las autoridades correspondientes.
Alcides Guarecuco, de El Potrero de Bucare, también se refirió a varias actas firmadas hasta ahora con las autoridades de Hidrolara, todas las cuales han sido incumplidas.
Considera injusto que apenas les lleguen unas gotas en la noche, que no les alcanzan para nada.
¿Y qué culpa tenemos nosotros de que esa gente no reciba agua?, se preguntó el conductor de un camión que esperaba pacientemente la reapertura de la vía para seguir su viaje hacia Churuguara.
Mientras tanto, los pasajeros de autos, busetas y autobuses debían bajarse en los sitios donde se encontraban los obstáculos y caminar cerca de dos kilómetros bajo el inclemente sol para abordar otro vehículo y de esa manera continuar sus viajes.
Algunos esperaban que, como ocurrió durante otras protestas similares, llegaran funcionarios de Hidrolara a dialogar con ellos, pero eso no ocurrió por lo que un grupo optó por trasladarse hasta Barquisimeto a gestionar la solución definitiva al problema.
«Hasta ahora nuestras protestas han sido pacíficas, pero ya basta de tantas promesas y engaños y si no actúan con energía y buena disposición para que todas estas familias tengamos agua garantizada todo el tiempo, no sabemos lo que pasará en la próxima», se le escuchó decir a uno de los participantes en la manifestación.
Cerca del mediodía, luego de consultas entre ellos, el tránsito comenzó a fluir hacia y desde Bobare, movilizándose numerosos camiones, gandolas, camionetas, autos, busetas y autobuses que habían permanecido «varados» en los dos sitios durante varias horas.
Pero no se descarta otro próximo cierre de la misma vía, en esa oportunidad por habitantes de Bobare, que sufren del mismo mal.
Fotos: Ángel Zambrano