La Avenida Florencio Jiménez, escenario de innumerables protestas por parte de la colectividad, fue tomada la mañana de ayer una vez más por ocupantes de los terreros baldíos de la Urbanización Valles de la Oeste en rechazo a la medida de desalojo que fue anunciada y que amenaza con despojarlos del hogar improvisado que desde hace cuatro meses han construido en el lugar.
Con cauchos, piedras y palos, trancaron el paso vehicular y con pancartas mostraban a quienes pasaban por la zona su situación, con la esperanza de obtener algún día una vivienda digna con la cual criar a sus hijos y hacer sus vidas.
Son alrededor de 139 familias, que hoy esperan por respuestas de las autoridades gubernamentales para que les sea otorgada una solución habitacional, como ha pasado en otros sectores.
Vanesa Cordero, una de las ocupantes, expresó que la petición es que no los desalojen, pues son madres solteras que no tienen donde vivir, sólo el ranchito que humildemente construyeron en dichos terrenos que habían visto abandonados desde hace 17 años.
«Queremos una vivienda digna como lo dice nuestro presidente Hugo Chávez Frías. Esos terrenos estaban abandonados, somos mujeres, personas enfermas y niños con discapacidad que necesitamos un techo donde vivir. Necesitamos apoyo, somos 139 familias luchando por el mismo bien.».
Asimismo, indicó que gracias al esfuerzo del grupo de ocupantes, lograron limpiar el lugar, quitar la maleza y alejar a los maleantes que hacían de las suyas ante tanta soledad.
Esperan respuestas
Las familias que ocupan los terrenos de Villas del Oeste, no les queda más que esperar el apoyo de algún organismo oficial, sin embargo ya la decisión de la Fiscalía está dada, pero no están dispuestos a abandonar sus viviendas.
«No nos iremos con las manos vacías; queremos una vivienda. Estamos amenazados con el desalojo, además nos dijeron que nos meterían presos si no nos íbamos de inmediato.
Los ocupantes dejaron claro que ningún dueño del terreno se ha aparecido en el lugar y sólo están «engordando» las 8,5 hectáreas para venderlas luego a altos precios.
Personas de El Caribito, La Nueva Paz, El Rotario, Los Ángeles y La Municipal que habitan los terrenos se mantendrán en pie de lucha hasta conseguir la tan anhelada vivienda.
Fotos: Ricardo Marapacuto