El Cercado crece en habitantes y en la misma medida, sus problemas de servicio público. Justo en el casco central de la parroquia Catedral, del municipio Iribarren, se encuentra este sector popular, calificado por sus mismos habitantes como «tierra en el olvido».
Desde la avenida principal se divisa lo que aqueja a más de 5.000 familias: la deficiencia en el servicio del aseo urbano y la terrible condición del asfaltado.
¿Pero quién puede resistir dos largas semanas sin el suministro del vital líquido? Los habitantes de este sector dictan clases de supervivencia, pues durante 15 días, entre el gasto inesperado de la compra de botellones de agua y la pausada acción de la hidrológica del estado, han podido atender sus necesidades básicas.
El servicio de los camiones cisternas ha sido la única opción viable para atender esta situación que para los habitantes es sencillamente insostenible.
Ante la visita del equipo reporteril de este matutino, habitantes del lugar no dejaron engavetada su larga lista de denuncias, sino que describieron con detalle las calamidades de su día a día.
«No hay novedades, las autoridades saben que son muchas nuestras molestias. Sin embargo, no contar con el servicio del agua es una situación que no podemos aguantar más; es un problema que deben solventar de inmediato si no quieren que de un momento a otro surja una epidemia o como hacen todas las comunidades, cerremos una calle a ver si así nos escuchan. A parte de eso, no tenemos información precisa del por qué se suspendió el abastecimiento, los ciudadanos tenemos derecho a una explicación oportuna de las decisiones que toman las instituciones públicas».
Estas fueron palabras de Yulitza Gil, una ama de casa que pide a gritos el restablecimiento del servicio por una gran razón: «Tengo un bebé pequeño y debo alimentarlo bien, sin olvidar que es necesario asear los baños a diario por el bienestar de todos».
Censo poblacional
Por su parte, Yohanna Soteldo, residente, sugirió con carácter de urgencia un censo poblacional, ante la migración desmedida de familias enteras hacia este sector.
En efecto, incluso en las zonas boscosas se dejan ver grupos hasta de 15 casas y la construcción de edificios en lo que antes era un área impenetrable.
Soteldo, advirtió que en la medida que las autoridades permitan la construcción de viviendas, el problema de suministro de agua se agravará.
«Porque ellos no están previendo que por cada rancho, debe haber una conexión de tubería. Es necesario que desde ya se tenga un registro del número de personas que vivimos aquí. Seguir construyendo casas, sería una irresponsabilidad muy grande», sostuvo.
Otras necesidades
A modo de conclusión, las entrevistadas coincidieron en que el tema del servicio eléctrico está en el segundo escalafón de prioridades, pues aseguraron que en muchas comunidades, recién conformadas, no cuentan con postes que alumbren los caminos clandestinos.
¿La consecuencia?, decenas de residentes víctimas de la delincuencia organizada, amas de casas sometidas en sus hogares al caer el día y obligadas a entregar sus artefactos eléctricos y universitarios y liceístas despojados de sus pertenencias.
Fotos: Jairo Nieto