En la urbanización que se encuentra detrás del estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, habitantes reclaman por atención a los organismos públicos del estado y del municipio, ya que sus carencias se han multiplicado en los últimos años.
Nancy Silva, es una residente de la carrera 2 de esa urbanización, quien debe padecer un enorme hueco ubicado justo en frente de la casa. «Empezó siendo un ‘chorrito’ de agua, y de tanto bote de líquido, el hueco que comenzó siendo pequeño ha crecido», comentó la residente de la zona, haciendo referencia a la falta de atención que convirtió un problema menor en el daño de la capa asfáltica.
Quien es vocera del consejo comunal de esa zona, indicó que la situación ya acumula 3 años sin recibir el remiendo. «La situación empeorará porque se está estudiando dejar fijo el paso de las rutas 7, 1, 6 y 5; lo que aumentaría el tránsito por el lugar y, en consecuencia, expandiría más el hueco», dijo, quien comentó que el problema se agrava en horas de la noche, ya que la falta de luz en algunos postes no permite ver el deterioro del asfalto.
En la misma calle, a unos 500 metros del desnivel, en dirección hacia la avenida Rotaria, existen 3 botes de aguas en menos de 2 metros cuadrados, lo que ha originado que en dicha calle se produzca el flujo constante de líquidos por el borde de la acera, hasta un drenaje del lugar.
«Desde hace tres meses empezó a botarse agua blanca en frente de mi casa», comentó Carmen Terán, vecina de la urbanización quien también pertenece al consejo comunal. «Posteriormente, se generó otro bote de aguas negras a un metro del primero», agregó, haciendo referencia al flujo de agua de desperdicio que sale expelida desde otro sector de la calle.
Ambas vecinas declararon que, como representantes de la organización comunal del lugar, han hecho reuniones para enviar documentos a los organismos públicos para pedir la solución de los problemas, sin embargo, hasta ahora no han recibido respuesta.
Aseo e inseguridad suman los males
Por si fuera poco, Nancy Silva indicó que el problema de inseguridad que se vive en la zona «es preocupante». «Hace días, llegó un señor a una casa vecina ofreciendo cambiar los bombillos incandescentes por los ahorradores, cuando la vecina le abrió la puerta la robaron», dijo Silva.
Por su parte, Terán dijo que la creación de un módulo policial en dicha zona de poco ha servido para contrarrestar este mal. «Dicen que no pueden salir porque no tienen unidad, pero uno pasa por ahí y a veces hay motos estacionadas», reveló la vecina.
Ambas habitantes de la zona, agregaron que uno de los problemas suscitados recientemente, es el del aseo urbano. «Antes pasaba religiosamente los martes, jueves y sábado, ahora tenemos suerte cuando pasa una vez por semana», exclamó Silva.
Fotos: Jairo Nieto