Estas son las palabras que seguramente me dirá Macario González cuando concretemos la liquidación de un Chivas que tiene más de un año amenazado. Y es que para un demócrata verdadero es preferible conciliar entre diferencias que vegetar en el conformismo de una hipócrita unicidad. Si la Mesa de la Unidad tiene éxito en sus propósitos tiene que tenerlo sobre la plataforma de la pluralidad de criterios y no bajo la sombra de una uniformidad construida por el miedo. Simplemente porque el vigor democrático se genera en la multiplicidad de visiones y en las aspiraciones que le son correlativas y no en la quietud sumisa de quienes le hacen carantoñas a un mandón para que éste les privilegie con su dedo.
Sobre el pluralismo como sistema protector de las libertades democráticas el doctor Luis José Oropeza publicó un libro hace exactamente 30 años. Titulado Pluralismo tutelar. Lo recordamos porque sobre este tema él tiene mucho que aportar por tener una inteligencia densa y analítica que se mueve con precisión rigurosa sobre la historia política venezolana. Como introducción al tiempo de espera que nos toca luego de esta solicitud pública, recordemos extractos de una entrevista que le hicimos para El Diario de Carora hace alrededor de 12 años:
En los primeros quince años de de la Democracia que nace en 1958 los partidos no eran percibidos ni se autopercibían como maquinarias electorales…cuando esto sucede y mutan de la intermediación cívica al clientelismo con fines proselitistas es que pareciera ocurrir la implosión sistémica, ¿Es válido este razonamiento?
-«Efectivamente los partidos son, fundamentalmente, intermediarios de una integración pluralizada de una sociedad. Cuándo en Venezuela se comienza a rutinizar con privilegios proselitistas a los militantes y a recompensar con favores oficiales las ayudas recibidas en momentos electorales entonces nos encontramos con una perversión que desemboca en los episodios que configuraron el escenario para el acceso del chavismo al poder… Pero no obstante que los partidos atraviesan una hora menguada yo estoy esperanzado en que ellos tengan una recuperación importante que le permita a Venezuela retomar el camino original de la Democracia promovida por una generación de insignes venezolanos dentro de los cuales destacó con virtudes múltiples y productivas Rómulo Betancourt. “
HERENCIA HISPANICA
De manera breve pero sustantiva el doctor Luis José Oropeza explica en su libro Pluralismo Tutelar los orígenes del autoritarismo que lamentablemente atraviesa la historia latinoamericana y la venezolana en particular:
«Todas las organizaciones sociales de Latinoamérica y Venezuela, inescapablemente entre ellas, tienen entre sus lejanas tradiciones culturales a las ideologías y creencias que trajeron los colonizadores desde la península imperial. Sin ser el único elemento importante en la definición de nuestra personalidad cultural, no hay duda que la dimensión de su tributo fue lo suficientemente vigorosa como para tener la capacidad de participar activamente en el diseño de nuestras formas sociales y políticas. Como bien lo sugiere Howard Wiarda en un estudio sobre el tema, el orden sociopolítico de tradición ibérica transfirió una herencia de comportamiento social esencialmente autoritario, elitesco, jerárquico, católico y corporativo. Y lo que es más notable, es su comentario, es la tenacidad y la persistencia con que esas estructuras logran perpetuarse en toda la historia colonial y postcolonial de América Latina. Es por lo tanto perfectamente predecible que de la sobrevivencia de esas formas culturales emerjan las históricas tendencias latinoamericanas hacia la creación de gobiernos unificadores, autocráticos y tutelares».
SE MURIERON O SE FUERON
¿Y qué paso con el legado de nuestros próceres civiles?
Los precursores, murieron todos en la guerra de independencia, quienes subscriben el Acta de 1811 no pudieron subscribir la Constitución de 1830 precisamente porque estaban muertos, Roscio, Ustariz, Miguel José Sanz, entre ellos… Andrés Bello se nos va a Londres… De esta manera a nosotros se nos mueren los grandes hombres del procerato civil y nos quedan las huestes militares que convierten el proceso político en una pugna interminable donde el caciquismo y las complicidades fueron la aguja y el hilo que tejieron la vida nacional de esa época, con ejemplos que han perdurado a lo largo de toda nuestra Historia.”