Anduve el fin de semana pasado por mi región Centro Occidental. Vine a Barquisimeto y fui a Acarigua. Las dos puntas del camino de donde vienen los míos, el de Cabudare y Sarare. Desde el jueves hasta el sábado tuve ocasión de ver caras y escuchar voces amigas, algunas con las que no me encontraba desde hace tiempo, pero pude comprobar que seguimos en la misma frecuencia espiritual que nos hizo amigos.
Presentar mi reciente trabajo sobre la vida y el tiempo de Luis Herrera Campíns fue el motivo principal pero, como pueden ustedes suponer, no el único propósito del recorrido. Reuniones con las mesas de la Unidad y los comandos Venezuela de ambos estados, contactos con los medios y conversaciones con líderes locales también fue parte de una agenda sin tregua. Curiosidades, preocupaciones, intereses en saber de primera mano la visión unitaria sobre la actualidad y las perspectivas son un dato perfectamente natural de un año electoral, políticamente intenso como este 2012 que cerrará abriéndose al cambio. Un cambio para todos, sin exclusiones, divisiones ni discriminaciones.
Aquí en nuestra ciudad, el acto de presentación de El Llanero Solidario me produjo una enorme satisfacción. Los pasillos del centro comercial donde está la librería que me ha brindado su hospitalidad (¡Gracias a Betzahide y su esposo!) estaban repletos. Gente de diversos sectores, generaciones y opiniones se congregaron. Me siento muy bien por contribuir a que se rinda el homenaje de un repaso serio, libre del simplismo propagandístico o del panegírico, a una figura de la historia contemporánea que bien lo merece, más allá de las naturales diferencias de juicio sobre su obra que son propias de la sociedad democrática cuya esencia defendemos.
En Acarigua, el evento similar tuvo lugar en el Colegio de Abogados. Los medios locales recogieron lo nutrido y representativo de la concurrencia. Luis Herrera, portugueseño de nacimiento y larense de formación, leal a sus afectos con ambos estados, tuvo un potente poder de convocatoria.
Y está, desde luego, la palpitante política presente.
La Unidad en Lara la sentí sólida y armónica. En la reunión de trabajo que tuve con ellos estaban todos. Me alegró verlos juntos y me animó su disposición al trabajo y a la victoria. Los felicité por el formidable acto del Domo Bolivariano hace algunas semanas. Una experiencia sencillamente electrizante. Me impresionó la madurez que ha alcanzado la Unidad en Portuguesa. Ese estado vecino y llanero está en camino de dar una gran sorpresa en octubre. El miércoles fue a Guanare nuestro candidato presidencial.
Aquí, es demasiado obvio que se teje una maniobra perversa contra el gobernador y postulado por la Unidad a la reelección Henri Falcón. Fuerzas tenebrosas, y temerosas de su arrastre popular, se mueven para intentar sacarlo del juego a la brava. Alerta pues, larenses.
En Portuguesa uno ve crecer la opción de Iván Colmenares, camino de la gobernación del estado.
Nuestra región necesita al gobierno de la Unidad Nacional, comprometido de verdad con su progreso, convencido de que la descentralización es una ventaja que se debe aprovechar y no un problema que se debe eliminar.
Por aquí volveré, claro. También prometí a Iván y a Moisés Reyes un recorrido por los municipios de Portuguesa. Debo, además, visita al entrañable Yaracuy, donde Biagio Pillieri lleva adelante una lucha tenaz.
Capriles Radonski, quien recorre la geografía nacional explicando sus planes para producir empleo y oportunidades para todos, tendrá en la región Centro Occidental un gran impulso. Se siente.
