Si, Adiós al béisbol, porque sencillamente ha dejado de ser nuestro principal entretenimiento, hoy día fue superado por la política, el venezolano cree que la política es eso, un divertimento en que lo que vale es anotarse a ganador y ya.
Fíjense: existe una irracional conducta, perdónenme que la categorice de esa ruda manera, pero insisto, no hay otro adjetivo que le quede mejor, irracional porque observamos como la visión política venezolana se ha elementalizado a dos bandos ciegos, mediocres, irracionales pues.
Si usted habla con un simpatizante del Gobierno Nacional y se le ocurre criticar por ejemplo la inseguridad, ésta persona amaestradamente le dirigirá improperios señalándolo de proyanqui, oligarca, escuálido, alienado con los intereses de los Estados Unidos y pare de contar.
Del mismo modo, si usted entabla tertulia con un opositor y se le ocurre alabar algo positivo de la gestión chavista, del mismo modo recibirá epítetos como vendepatria, descerebrado, limosnero y pare de contar. ¿Cree son exageraciones? Lamentablemente no.
Si usted le va al Magallanes tiene que apoyar a su equipo, completo, a esos 9 jugadores en el campo, si ganan ganan todos ellos, si pierden pierden todos, los 9, pero no pasa de ahí, la fiesta momento. En política la ecuación es totalmente asimétrica, si usted vota por un candidato no gana o pierde él, o su partido o quienes lo conforman, porque, por ejemplo en Venezuela, si un presidente lo hace bien ganan todos los venezolanos, pero si lo hace mal perdemos todos, y no queda solo hasta ahí, no es cosa del momento, las consecuencias duran años, décadas incluso. Por la simplicidad en que se pondera la política en nuestro país hoy día pareciera que ella, la política, es eso, otro deporte, porque es incomprensible el nivel de fanatismo que un gobernante puede sumar como sí lo más importante fuera él, sin importar su gestión, su repercusión en nuestras vidas, sencillamente muchísimos compatriotas se dejan influenciar por las propagandas televisivas y vallas publicitarias en donde se señalan la inversión de miles de millones de bolívares mientras nuestra calidad de vida empeora, donde se habla de un futuro mejor como si el pasado inmediato ni el presente sirvieran para evaluar aptitudes, como sí se tratase de una simple temporada de béisbol anterior ¡increíble! Pido nuevamente disculpas por lo soez, pero volvemos insistir, la culpa no es de los políticos, la culpa no es exclusiva de los gobernantes, es del pueblo que se deja.