Han transcurrido unos cuantos años desde que docentes, padres y representantes, así como comunidades, dieron inicio a una campaña destinada a lograr la construcción de una nueva sede para la tradicional escuela Hermanas Jiménez de la capital del municipio Crespo.
Cuando ya la disponible estaba prácticamente en el suelo, sin posibilidades de permitir un normal funcionamiento de la institución, el gobierno nacional atendió los requerimientos y a través de FEDE se iniciaron las obras para el proyecto consistente en cinco edificios, tres de igual número de pisos y los otros de dos, donde recibirán educación los más de 1.500 alumnos de inicial, primaria y secundaria que conforman la matrícula actual.
«Ya demolieron la vieja estructura y están en el movimiento de tierra. Esperemos no se paren los trabajos y para el próximo año tengamos la nueva escuela», manifestó la profesora María Ponte, directora de primaria donde cursan 680 alumnos.
Posiblemente son los docentes, alumnos, padres y representantes de primaria quienes están sufriendo mayormente por la espera, pues en la actualidad están funcionando en inmuebles provisionales, en diferentes sectores de Duaca.
Siete secciones operan en el Centro Cristiano Pentecostal Canaan gracias a la desinteresada donación del pastor de esa iglesia evangélica; otras seis en el antiguo matadero; seis más en el antiguo club El Canasto, cedido por su dueño; dos más en la venta de parrillas La Montañita y el liceo en una casa cedida por la alcaldía de Crespo, en las inmediaciones del hospital.
Pero algunos de esos locales deben entregarlos al culminar el año escolar y uno sólo es disponible hasta los jueves.
Eso significa que la escuela estádistribuida por varios sectores de Duaca, algo que complica el trabajo de docentes, así como obliga a padres y representantes a ir de un lado a otro con sus hijos cursantes en diferentes grados.
Además, como la comida la preparan en el centro evangélico, en horas del mediodía deben distribuirla a los locales donde funcionan algunos grados.
Afortunadamente un representante, Celestino Atacho, colabora con su vehículo haciendo la distribución, aunque algunos alumnos deben trasladarse al centro evangélico para recibir alimentación.
La profesora María Ponte destaca que todos los locales de que disponen actualmente tuvieron que ser acondicionados por docentes, padres y madres con recursos propios.
Citó el caso de los grados que funcionan en El Canasto, un galpón con filtraciones y donde a veces el calor es insoportable por lo que requieren de algunos ventiladores.
Baltazar Amaro, un docente, exigió de la alcaldía de Crespo y de la gobernación colaborar con la escuela dotándole de algunos artículos necesarios con urgencia, entre ellos los ventiladores y enfriadores pues actualmente deben exigir a vecinos guardarles pollos y otras carnes para que no se pierdan pues se carece de esos equipos.
Pero docentes, padres y representantes exigen de las autoridades educacionales que en la escuela Hermanas Jiménez se dé clases hasta el 29 de junio debido a las condiciones especiales que están experimentando por la carencia de una sede.
«Con esta situación todos estamos esforzándonos al máximo por lo que tenemos que caminar a diario y las condiciones en que debemos dar clases por el interés de no afectar a esa gran cantidad de muchachos», dijo Amaro.
«El presidente Chávez dijo que la obra debe estar lista en determinado tiempo y ahorita están trabajando fuertemente. Esperemos que sigan así y no que salgan conque se agotó el presupuesto asignado y deben esperar que Caracas decida», expresó el docente.
Todos están de acuerdo en mantenerse vigilantes para que eso no ocurra y en poco tiempo ver cuando se inicie el levantamiento del primer edificio de la nueva institución educativa.
Fotos: Luis Salazar