«Ya no agantamos el tierrero que se levanta cuando pasa un carro, pero eso como que no les importa a quienes desde la alcaldía ordenaron esos trabajos», dijo Gladys de Azuaje, una vecina de la urbanización Daniel Carías, al norte de Yaritagua.
Como ella, todos los residentes en la zona están muy disgustados con el alcalde por haber ordenado retirar el asfalto de las calles y dejarlas «peladas».
La mayoría coincide en que la vialidad en la Daniel Carías no estaba en tan malas condiciones como para terminar de destrozarlas.
«Hace meses la rasparon y que para echarle asfalto nuevo, pero se perdieron y ahora los vecinos somos los que sufrimos las consecuencias, sobre todo quienes vivimos en las calles 6 y 7», dijo Rafael Díaz, otro residente.
Debido al retiro de la capa de rodamiento, desplazarse por la urbanización es todo un sacrificio pues dejaron zanjas y huecos que cuando llueve se amplían y se convierten en enormes charcos donde se reproducen los zancudos. Algunos residentes han ido a la alcaldía de Peña a pedir, hasta a implorar por el nuevo asfaltado pero no consiguen respuestas positivas.
«Allá dicen que no hay asfalto y que por eso tenemos que esperar, pero nosotros nos preguntamos, ¿si no tenían asfalto para qué quitaron el viejo que todavía servía?, expresó Marcial Rodríguez, un transeúnte.
Pero el de las calles no es el único problema que afecta a los habitantes de la urbanización Daniel Carías de Yaritagua.
«Aquí lo que sobran son problemas que nadie resuelve», manifestó el mecánico Rafael Díaz.
Citó como ejemplo los apagones, que son continuos, dañándose los artefactos eléctricos en los hogares, así como también los de trabajo; el aseo urbano, que no funciona con normalidad y el agua, que últimamente están racionando cada vez más por lo que no pueden confiar en recibirla.
Con respecto a la electricidad, dijo que en oportunidades están hasta dos días sin el fluido, impidiéndoles trabajar y por lo tanto cumplir con sus compromisos con los clientes.
A todo eso hay que agregar el que la red de cloacas tampoco funciona con normalidad y en algunos sitios lo que sale por las llamadas bocas de visita no es nada agradable para quienes viven en los alrededores.
«Nos hemos cansado de llamar a Aguas de Yaracuy para que vengan a destapar esas tuberías pero no nos hacen caso; claro, como ellos no son los que tienen que soportar esos malos olores», expresó Jacinta Jiménez.
«Que Dios nos agarre confesados porque estamos muy mal», expresó Gladys de Azuaje.
Pero el problema de la pésima vialidad no es exclusivo de la urbanización Daniel Carías pues la situación en todo el norte de Yaritagua, en especial en el barrio San José es de cuidado, son calles prácticamente intransitables, con huecos y zanjas de todo tipo y dimensiones.
A eso debe agregársele el de las quebradas que cruzan la ciudad, las cuales, por no habérsele practicado la obligatoria limpieza previa a la temporada de invierno, estánconvertidas en un peligro para varios sectores pues la maleza y desperdicios impiden que las aguas de lluvia corran libremente y se desbordan, inundando casas de familia y establecimientos comerciales ubicados en sus inmediaciones, como ya ha ocurrido en varias oportunidades con las lógicas pérdidas de enseres domésticos y de trabajo.
Fotos: Luis Salazar