Una lluvia de piedras se vivió nuevamente en la ciudad, esta vez las manifestaciones fueron más allá, atacando a los conductores que se atrevían a desafiar a los estudiantes
Una vez más la violencia estudiantil tomó las calles de Barquisimeto, donde los liceístas tienen el control de los planteles educativos sin autoridad que los detenga en sus actos vandálicos. En esta ocasión, los estudiantes del Liceo Pastor Oropeza fueron los protagonistas de la revuelta en la Avenida Libertador, vía que se mantuvo cerrada desde las 8:00 de la mañana para evitar que los conductores atravesaran la lluvia de piedras de los jóvenes, sin embargo no fue suficiente, debido a que personas que intentaron avanzar por vías alternas se encontraron de frente con la manifestación y sufrieron las consecuencias.
A la altura de la urbanización José Gil Fortoul, un nutrido grupo de jóvenes actuaron con violencia, arrojando piedras a los conductores y efectivos policiales que desde lejos intentaban detener la manifestación.
Vecinos de la zona, manifestaban su descontento y rechazo ante esta situación, que se ha presentado desde hace meses y que mantiene en zozobra a los habitantes del sector, pues cuando a los estudiantes les provoca, comienzan la ola de violencia y no hay quién los detenga.
Los muchachos con insignias del liceo utilizaban sus camisas azules y beige para cubrirse el rostro, al mejor estilo de los encapuchados más violentos, se armaban de piedras y pedazos de asfalto para generar los enfrentamientos.
Las razones de la protesta eran desconocidas, algunos estudiantes expresaron que la manifestación se debía al aumento del pasaje del transporte público, mientras que otros por el contrario aseguraban que la finalidad era salir de las aulas de clase e interrumpir la jornada escolar hasta el fin de semana.
El vandalismo se manifestó en su mayor estado. Desde los edificios cercanos a los disturbios, se pudo apreciar cómo estudiantes se le atravesaban a los vehículos que intentaban pasar para pedirles dinero y, de negarse, desataban la violencia de los jóvenes, quienes no lo pensaban dos veces para arrojar piedras y agredirlos.
Varios vehículos fueron atacados, los conductores trataron de huir de la violencia pero fueron alcanzados por las piedras, que rompieron parabrisas y abollaron las carrocerías.
Vecinos de las zonas aledañas a la Libertador, hicieron un llamado a las autoridades y a los representantes de la Zona Educativa para que estos actos vandálicos se detengan y sean tomados los correctivos necesarios para que los jóvenes no hagan de las suyas en las instituciones educativas, y el resto de la comunidad.
Fotos: Jairo Nieto