Aunque para las autoridades de Un Nuevo Tiempo el escenario ideal de la unidad democrática de la oposición era presentar la candidatura unitaria de Henrique Capriles Radonski en una tarjeta única, bajo la cual estuviesen todas las organizaciones que conforman la Mesa de la Unidad, en el seno de este partido se determinó presentar su propia tarjeta para las elecciones del 7 de octubre.
El desacuerdo de los partidos Primero Justicia y Podemos en aceptar la agrupación en una sola tarjeta, es considerado por los dirigentes como una ruptura de la unidad, por lo cual estas organizaciones deberán responsabilizarse de las causas de esta posición que, según las autoridades partidistas, será juzgada por los electores en las urnas electorales.
«De todas formas, las tarjetas representan un medio para votar y ya las tenemos para que estén dentro del tarjetón. Los venezolanos quieren que se cambie este gobierno por la vía electoral, por eso vamos a presentarles nuestra tarjeta como un camino», dijo Lorenzo Monasterios, secretario general de UNT en Lara.
El dirigente reconoce que dentro de la Mesa de la Unidad existen grandes diferencias, pero que son canalizadas y resueltas paulatinamente, «a diferencia del PSUV donde apenas el líder máximo dice una palabra, esta tiene que ser acatada por todos». En la coalición, el objetivo común de lograr un cambio de gobierno privaría sobre las posiciones encontradas entre las organizaciones que la componen.
Monasterios indicó que a pesar de no lograr la unificación de las tarjetas, se mantiene la «alianza perfecta» entre las organizaciones. Una asociación que habría sido la clave para que en 2010 la oposición lograra el 52% de los votos de todo el país en las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre de ese año, aunque por disposiciones en la distribución de los circuitos electorales no pudiera ganar la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional.
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