Venezuela se fijó una nueva meta para alcanzar la anhelada inflación de un dígito, ahora entre el 2015 y 2016, en medio de pronósticos más optimistas luego de que en los primeros cuatro meses del año los precios se desaceleraran sostenidamente, dijo el jefe del estatal Instituto Nacional de Estadísticas.
La nación petrolera lleva décadas luchando contra una galopante inflación, que en 1996 llegó al 103,2 por ciento y que promedió un 27,2 por ciento en el 2011, colocando nuevamente al país en la lista de naciones con mayor incremento de precios del mundo.
El Gobierno espera que el fomento de la manufactura, la industria y la agricultura ayude a incrementar la alicaída producción interna, abasteciendo a los mercados locales y poniendo un freno a las crecientes importaciones.
En los primeros cuatro meses del año, Venezuela acumuló una inflación del 4,4 por ciento y anotó en abril el quinto mes consecutivo de desaceleración. Para el 2012, el cálculo oficial es tener el indicador en un rango de entre el 20 y el 22 por ciento, con un crecimiento de su economía del 5 por ciento.
«Debemos incrementar la producción nacional para acabar con la inflación (…) frenar las importaciones. En 3 ó 4 años podríamos tener una inflación de un dígito», sostuvo a Reuters Elías Eljuri.
El gobierno de Hugo Chávez ha incumplido consecutivamente las metas de inflación fijadas en el presupuesto nacional, en medio de una expansión casi sin freno del gasto público y una economía consumista que intenta sortear fuertes controles de precios y de cambio vigentes desde el 2003.
«Este año podríamos estar con un crecimiento económico por encima del 5 por ciento y con la inflación debajo del 20 por ciento», añadió.
La economía venezolana creció un 5,6 por ciento interanual en el primer trimestre del 2012, impulsada por sectores clave como la construcción e influenciada por la expansión del gasto público a pocos meses de las elecciones presidenciales.
Sin embargo, el sector manufacturero, que tiene un peso del 16 por ciento en el cálculo del PIB, apenas creció un 0,7 por ciento, mostrando evidencias de la debilidad de la producción interna, mientras el desempleo subió en abril al 8,6 por ciento de la población activa, por encima de la meta de 7 por ciento.
«Por eso es necesario fomentar el sector manufacturero con políticas crediticias», añadió Eljuri, un político de izquierda desde muy joven.
Analistas privados aseguran que la desaceleración de la inflación obedece a una represión artificial de los precios por la expansión de los controles este año y temen que esta tendencia se revierta en el segundo semestre.
El funcionario considera una «matriz de opinión» las versiones que aseguran que Venezuela no es un país propicio para la inversión privada.
«Si no fuera bueno invertir acá no estarían empresas chinas, rusas (…) hasta la Chevron quiere estar acá en la Faja del Orinoco», sostuvo Eljuri en referencia a la vasta zona petrolífera ubicada en el corazón del país sudamericano.
