En Carora, sin duda alguna, uno de los problemas más complejos que confrontan sus habitantes es el de la falta de agua, a pesar de que el municipio Torres cuenta con tres embalses: Atarigua, Los Quediches y El Ermitaño, en Quebrada Arriba.
Pero lo que más precupa a los caroreños es que en los últimos años no ha habido voluntad para resolverlo, aparentemente por razones netamente políticas.
Desde hace unos dos meses la carencia del líquido vital se ha agudizado a raíz de los daños sufridos por algunas de las instalaciones de la presa Cuatricentenaria, principal alimentadora de Hidrolara, el organismo encargado de su distribución por las tuberías o camiones cisternas.
Pero, además de las fallas en la presa, presumiblemente resueltas parcialmente la noche del lunes, en Carora están padeciendo constantes suspensiones del suministro eléctrico, obligando a Hidrolara a realizar «paradas» en sus plantas de bombeo.
Sobre todo en las partes altas de la ciudad, la escasez de agua ha sido grave desde hace más de una semana y este martes la situación no era la más agradable.
«Al sector donde yo vivo llegó un poquito anoche, pero se volvió a ir», le escuchamos a una señora mientras llenaba un tanque ubicado en el cajón de una camioneta en el llenadero ubicado en la urbanización Francisco Torres, o La Osa.
Hasta ese lugar han desfilado desde el pasado fin de semana miles de personas con el mismo propósito: llenar tanques, tobos, pipas o cualquier recipiente para cumplir con las necesidades hogareñas, y también para los comercios.
La presidenta de Hidrolara, ingeniera Adriana Díaz, acudió este martes al llenadero de Carora donde fue abordada por numerosas amas de casas, procedentes de diferentes sectores, quienes le indagaban sobre la solución a sus problemas.
La funcionaria, apoyada por algunos subalternos, les daba esperanzas afirmando que «se está trabajando en eso pero la solución no depende exclusivamente de Hidrolara sino también del Ministerio del Ambiente y Corpoelec».
El primero de esos organismos suministra el agua y el segundo la electricidad y si falla uno u otro Hidrolara se queda con las manos atadas, explicó.
Anunció un incremento en los camiones cisternas incorporados a la distribución a las comunidades, dando prioridad a escuelas o centros asistenciales.
Con diez camiones que llegaron ayer a Carora procedentes de Barquisimeto la cantidad subió a 15, cada uno de los cuales realizaba tres viajes diarios.
«En esto del problema del agua somos los únicos que damos la cara a las comunidades», dijo posteriormente en una reunión con periodistas.
Igualmente se quejó de la falta de coordinación por parte de los otros organismos relacionados con el caso y puso como ejemplo que el Ministerio del Ambiente no permitió el ingreso de técnicos de Hidrolara a la presa para saber sobre el avance de los trabajos que se estaban realizando.
Además, este martes se comenzó a bombear agua desde la planta de Sabaneta pero Corpoelec programó una suspensión del suministro eléctrico a partir de las dos de la tarde, obligando a la hidrológica a hacer otra «parada» en el bombeo.
«Son tres instituciones y cada una debe asumir su responsabilidad porque se trata de una responsabilidad compartida, pero los reclamos sólo se los hacen a Hidrolara», enfatizó Díaz.
Sin embargo, la funcionaria mantenía la esperanza de que en las próximas horas el problema se solucionaría con la incorporación de agua de Los Quediches.
Mientras tanto, la romería hacia el llenadero de la Francisco Torres continuaba sin interrupción y algunas personas rodeaban desesperadamente los camiones cisternas e indicaban a los conductores a cuál comunidad debían dirigirse para calmar la sed.
Un conflicto
A cualquiera que se consulta en Carora sobre los orígenes de la falta de agua responde inmediatamente que son políticos.
Dirson Escobar pertenece al consejo comunal Alirio Díaz, de la urbanización Calicanto, una de las más populosas y más sufridas por la carencia del vital líquido.
«Lo que deben hacer los organismos es ponerse de acuerdo para solucionar de manera conjunta el problema que está afectando a la población y si van a hacer política que lo hagan, pero no a costillas de nosotros que no tenemos la culpa de sus enfrentamientos por no pertenecer a las mismas tendencias», dijo.
Fotos: Luis Salazar
